El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destaca una leve mejora en la pobreza en la región, con una tasa de pobreza del 27,3% en 2023, lo que representa una disminución respecto a los años más críticos de la pandemia.
Según el informe, titulado Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024, la región también muestra una disminución de la pobreza extrema hasta 10,6 puntos porcentuales.
Sin embargo, a pesar de los avances, sigue existiendo una profunda desigualdad de ingresos, y más de 172 millones de personas en América Latina y el Caribe no pueden cubrir sus necesidades básicas, señaló la entidad en un comunicado de prensa.
Asimismo, señala que 66 millones de personas en la región viven en pobreza extrema, es decir, no pueden acceder a la canasta básica de alimentos.
Aunque la pobreza ha disminuido desde su punto más alto en 2020, la desigualdad persiste, afectando especialmente a las mujeres, niños y zonas rurales, donde los índices de pobreza son más altos.
El flagelo afecta más a las mujeres que a los hombres en edad laboral y es mayor en las zonas rurales que en las urbanas (39,1 frente a 24,6 por ciento), señala el organismo, con sede en Chile.
En este contexto, Cuba destaca como uno de los países con menor crecimiento de la región. En 2023, América Latina y el Caribe alcanzó un crecimiento moderado del PIB per cápita, del 1,4%; y la isla fue el de peor desempeño, con 0,8%. Haití obtuvo un 3,1% y Perú 1,4%.
"Los países con mejor desempeño en la subregión fueron Panamá (5,9%), Costa Rica (4,5%) y el Paraguay (3,5%); en el otro extremo, se produjeron caídas en Argentina (2,1%), Cuba (0,8), Haití (3,1%) y el Perú (1,4%)", explica CEPAL.
La persistencia de la pobreza extrema y la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos requieren una mayor inversión en políticas de protección social no contributiva que apunten a una mayor inclusión y a la eliminación de las barreras estructurales que limitan el acceso a los servicios básicos de bienestar, indica el informe.
A nivel regional, CEPAL subraya que la pobreza en América Latina es aún una preocupación urgente. A pesar de la mejora observada en países como Brasil, donde las transferencias no contributivas han sido fundamentales para la reducción de la pobreza, el progreso no ha sido suficiente para erradicar la desigualdad estructural.
El informe presentado indica que en países como Cuba, donde se ha reducido la inversión social en diferentes rubros, las políticas públicas no han logrado mitigar los efectos de la crisis económica, la pobreza sigue siendo un desafío crítico para el desarrollo social inclusivo.
La CEPAL hace un llamado a fortalecer los sistemas de protección social, en particular la protección social no contributiva, como una herramienta clave para reducir la pobreza y mejorar la cohesión social en la región.
Según un informe previo de la firma DatoWorld, Cuba enfrenta un alarmante índice de pobreza del 72%, lo que lo sitúa en la cima de la lista de países latinoamericanos más afectados por este flegelo. Este índice se calcula a partir de parámetros como el ingreso per cápita, el acceso a servicios de salud, la seguridad social, la alimentación y la calidad de la vivienda.
La crisis económica en Cuba ha empeorado en los últimos años, exacerbada por una inflación altísima, escasez de alimentos, y un sistema sanitario en colapso. La pobreza en el país también se ve reflejada en la falta de acceso a los servicios básicos y en la creciente presión sobre las familias que luchan por sobrevivir en un contexto de altos niveles de desprotección social.
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