Considerado una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, el viaducto La Farola será sometido a su primera reparación capital tras 59 años de uso, agravados recientemente por el impacto del huracán Oscar y las lluvias posteriores, informó el portal oficialista Cubadebate.
El fenómeno meteorológico provocó graves afectaciones en el majestuoso vial, incluyendo derrumbes, hundimientos del terreno y daños estructurales, agravados por el paso de equipos pesados hacia Baracoa. Estas circunstancias llevaron a una rápida intervención de constructores de varias provincias para garantizar la circulación vehicular, subrayó el rotativo.
El Ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Ávila había informado que se estaba realizando un dictamen técnico con equipos (drones, sensores, etc.) para la evaluación de las posibles lesiones, y se proyectaría el cronograma de diagnóstico y propuesta de soluciones. Para ello, se hizo una restricción del tránsito en el viaducto a vehículos de hasta 30 toneladas.
Ese diagnóstico integral corre a cargo de especialistas de la Empresa de Servicios de Ingeniería y Diseño (Vértice), de Holguín, quienes advirtieron que la intervención será de gran complejidad debido a la magnitud de los problemas, las condiciones escarpadas del terreno y los requerimientos técnicos.
Mientras se completa este diagnóstico, previsto para finales de diciembre, se avanzará en tareas menos complejas, como la reparación del tramo de Cagüeybaje, que ya cuenta con proyecto aprobado. señaló el régimen cubano.
El vicegobernador Carlos Martínez Turro dijo que se necesitan alrededor de 40 equipos pesados, incluidos camiones y buldóceres, muchos de los cuales están paralizados por falta de neumáticos, baterías y lubricantes. Además, se limitará el tránsito de vehículos de carga pesada por el viaducto, desviándolos hacia rutas alternas como los viales Guantánamo-Sagua-Moa-Baracoa y Cajobabo-La Máquina-Baracoa.
Por La Farola transita el 96% de las personas y el 83% de las mercancías que entran o salen de Baracoa, lo que resalta su relevancia estratégica para la economía y el transporte en la región oriental.
El viaducto, diseñado por el ingeniero Maximiliano Isoba y construido entre 1964 y 1965, es una obra icónica del régimen cubano, reconocida por sus soluciones técnicas y su majestuosidad.
Para minimizar los efectos de la reparación, se están rehabilitando tramos de las rutas alternas, incluyendo el vial Moa-Baracoa y el puente de Yumurí, este último con limitaciones actuales que requieren atención urgente.
El Centro Provincial de Vialidad liderará la inversión de la reparación capital, y se equipará nuevamente una brigada permanente de mantenimiento para garantizar la conservación de esta importante arteria vial, explicó Cubadebate.
El régimen asegura que busca devolver la plena operatividad a La Farola, asegurando su funcionalidad y reduciendo su vulnerabilidad frente a futuros eventos climáticos.
Sin embargo, su abandono por casi sesenta años recuerdan que esta importante obra de la ingeniería civil tampoco escapó a la desidia gubernamental y la falta de inversión en las carreteras de la isla. En 2019 el Ministerio de Transporte reconocía que más del 75 % de las carreteras de Cuba estaban en regular o mal estado, y las denuncias frecuentes en redes indican que esa cifra ha crecido desde entonces.
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