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El uso de caramelos como vuelto en las tiendas que operan en divisas ha generado un profundo malestar entre los cubanos residentes en el exilio, quienes envían remesas para mantener a sus familiares en la isla.
Esta práctica, que muchos consideran una burla y una falta de respeto, ha sido interpretada como un nuevo síntoma de la improvisación y el deterioro de la economía cubana.
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Malestar en el exilio: el sacrificio de las remesas frente al vuelto en caramelos
Las reacciones en redes sociales evidencian el descontento de los emigrados, quienes ven cómo sus esfuerzos por ayudar a sus familias son tratados con lo que perciben como desdén.
A continuación, CiberCuba ofrece una selección de comentarios dejados en Facebook en una de sus noticias, que reflejan el sentir de esta comunidad:
- "No es justo que el dinero que enviamos con tanto sacrificio sea devuelto en caramelos. Nuestros familiares necesitan alimentos, no golosinas".
- "Mientras nosotros trabajamos largas horas bajo el frío o en condiciones difíciles, allá reparten caramelos como si no supieran lo que cuesta ganarse cada dólar".
- "¿Qué respeto puede tener un sistema que responde con dulces al dinero que enviamos para que nuestras familias coman?".
- "Es humillante que, después de todo el esfuerzo por mandar remesas, conviertan nuestro dinero en una broma. ¡Exigimos respeto!".
- "Mis padres son ancianos y dependen de lo que les mando. ¿Cómo se supone que vivan cuando los pocos centavos que les sobran de sus compras les son devueltos en caramelos?".
- "Es vergonzoso que el gobierno se burle así de las remesas que mantenemos enviando desde el exilio. Esto solo muestra su desprecio hacia el pueblo".
- "A veces me pregunto si vale la pena seguir enviando dinero. El esfuerzo es demasiado grande para que lo traten con tanta indiferencia".
- "Nuestros hijos crecen lejos de sus abuelos porque tuvimos que emigrar, y aun así hacemos lo imposible para ayudar. Esto es lo que recibimos a cambio".
- "Es indignante pensar que trabajamos duro para mantener a nuestras familias y que ellos tengan que aceptar caramelos porque no les devuelven su cambio como es debido".
- "El gobierno ha demostrado una vez más que ni siquiera respeta el dinero que llega desde el extranjero. El vuelto en caramelos es una muestra de su desdén hacia todos nosotros".
La frustración de quienes sostienen a sus familias desde el exterior
Estos comentarios reflejan no solo el malestar por el vuelto en caramelos, sino también el cansancio de una comunidad que ha hecho grandes sacrificios para sostener a sus seres queridos en un país donde las necesidades básicas son cada vez más difíciles de cubrir.
Muchos consideran que esta práctica es una señal más del desinterés del gobierno por las dificultades de la población, manifiesto también en las medidas para “dolarizar parcialmente” la economía del país.
Humor y desesperanza frente a la improvisación
Entre la indignación, también hay quienes recurren al humor para sobrellevar la frustración. Las bromas sobre los caramelos como una "moneda comestible" son comunes: “Pronto podremos pagar con caramelos, pero eso sí, cuidado con la glicemia”, comentó un usuario con sarcasmo.
Otros se preguntan si, al acumular suficientes caramelos, podrán pagar con ellos en las mismas tiendas.
Una crítica profunda al sistema
El uso de caramelos como vuelto es visto por muchos como una metáfora del deterioro del sistema económico cubano, que no solo falla en garantizar el abastecimiento, sino que responde con soluciones improvisadas que terminan afectando más a los ciudadanos.
En el caso de los cubanos en el exilio, esta situación es particularmente dolorosa, ya que subraya la desconexión entre el sacrificio que hacen para enviar remesas y el trato que reciben sus familiares en la isla.
Para ellos, el vuelto en caramelos no es solo un símbolo de la crisis, sino una muestra de la falta de respeto hacia el esfuerzo que implica mantener económicamente desde el extranjero a una nación arrasada.
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