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El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, expresó su satisfacción por la liberación de 553 presos políticos en Cuba, anunciada el mismo día que la administración Biden comunicó su decisión de excluir a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Según comentó Wenski al periodista Mario Vallejo, de Univisión, “muchos de ellos fueron encarcelados tras las protestas de julio de 2021. Es muy importante que esas personas recuperen su libertad”.
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La noticia de la excarcelación fue confirmada tanto por el régimen cubano como por la Iglesia católica, que ha estado involucrada en las negociaciones para lograr este resultado.
En ese sentido, el arzobispo destacó el papel de la Iglesia como una institución independiente dentro de Cuba, comprometida con la defensa de la sociedad civil en un contexto político restrictivo.
Aunque el Departamento de Estado aseguró que la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo no está vinculada directamente a la liberación de los prisioneros, el hecho de que ambos anuncios se hayan realizado simultáneamente ha generado especulaciones.
Al respecto, Wenski comentó: “Quitarle una etiqueta no cambia lo que es Cuba, pero es un gesto importante si esto contribuye a la liberación de los presos”.
A pesar de la relevancia de este avance, el listado completo de los prisioneros liberados sigue siendo un secreto. Las familias de los detenidos esperan ansiosas más información sobre las condiciones de esta medida, mientras surgen dudas sobre si algunos de los liberados serán obligados a abandonar el país, como ocurrió en episodios anteriores.
La excarcelación representa cerca del 20% del total de prisioneros políticos en la isla, según cálculos independientes. Este gesto podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre el régimen cubano, la Iglesia católica y la comunidad internacional, aunque persisten interrogantes sobre las implicaciones de estas decisiones en el futuro político de Cuba y en las condiciones de vida de los cubanos.
Esta acción, de alta sensibilidad política, podría tener repercusiones significativas en la percepción internacional del gobierno cubano y en las dinámicas de su relación con Estados Unidos.
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