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El pasado 31 de enero de 2025, el nuevo gobierno del presidente Donald Trump anunció oficialmente —mediante una carta enviada a los comités pertinentes del Congreso— que retira la suspensión de demandas bajo la Ley Helms-Burton (también conocida como LIBERTAD Act). En el comunicado, el Departamento de Estado afirma:
In a January 29 letter to the appropriate Congressional committees, I withdrew the prior administration’s letter regarding the LIBERTAD Act. The Trump Administration is committed to U.S. persons having the ability to bring private rights of action involving trafficked property confiscated by the Cuban regime.
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Esta referencia a la “carta de la administración previa” alude a una decisión de última hora del entonces presidente Joe Biden, quien, el 14 de enero de 2025 (a sólo seis días de terminar su mandato), había reinstaurado la suspensión de seis meses para nuevas demandas amparadas en el Título III de la Ley Helms-Burton. Ahora, con la retirada de dicha carta, la nueva Administración Trump vuelve a permitir que se presenten nuevas acciones legales contra empresas (o individuos) que presuntamente “trafiquen” con propiedades confiscadas por el régimen cubano tras 1959.
Antecedentes de la Suspensión de Biden (14 de enero de 2025)
Durante casi todo el mandato de Biden (2021–2025), el presidente no había restaurado la suspensión semestral del Título III, que había sido la práctica habitual desde la promulgación de la Ley Helms-Burton en 1996 hasta 2019. Sin embargo, el 14 de enero de 2025, Biden sorprendió al:
Ordenar la suspensión de nuevas demandas bajo Título III por seis meses (hasta el 14 de junio de 2025).
Excluir de la suspensión los casos ya iniciados, que seguirían su curso normal en los tribunales.
Quitar a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y eliminar la “lista restringida” de entidades cubanas sujetas a sanciones adicionales.
Justificar dichas acciones como parte de un acuerdo humanitario en coordinación con la Iglesia Católica para lograr la liberación de presos políticos en Cuba.
¿Qué es el Título III de la Ley Helms-Burton?
Otorga a ciudadanos y empresas estadounidenses la posibilidad de demandar a compañías (norteamericanas o extranjeras) que usen o se beneficien de propiedades expropiadas en Cuba después de 1959, sin compensación a sus dueños originales.
Se suspendía semestralmente desde 1996 para evitar roces diplomáticos con los aliados de EE.UU. (sobre todo la Unión Europea y Canadá), pero en 2019 Donald Trump levantó dicha suspensión, iniciando así varias demandas contra empresas internacionales involucradas en la isla.
El Regreso de Trump y la Carta del 29 de enero
Con la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero de 2025 (su segundo mandato presidencial), su equipo —encabezado por el nuevo Secretario de Estado designado, Marco Rubio— revisó inmediatamente las medidas que Biden había adoptado en sus últimos días. Menos de diez días después, el 29 de enero de 2025, el Departamento de Estado publicó la carta donde se declara:
I withdrew the prior administration’s letter regarding the LIBERTAD Act.
En términos prácticos, esto significa:
- Anular la suspensión de nuevas demandas que Biden había decretado el 14 de enero.
- Reactiva la facultad de cualquier demandante estadounidense que alega haber perdido propiedades en Cuba para iniciar acciones legales inmediatas.
El Fundamento Legal
La propia Ley Helms-Burton (22 U.S.C. § 6085) permite al presidente suspender o revocar la suspensión del Título III a discreción, cuando así lo considere necesario para “acelerar una transición democrática en Cuba” o por “intereses nacionales de EE.UU.”. Trump argumenta que reinstaurar la plena vigencia del Título III promueve la presión sobre el régimen cubano y facilita la búsqueda de justicia para víctimas de expropiaciones.
Implicaciones de la Retirada de la Suspensión
Nuevas Demandas
Desde el 31 de enero de 2025, se pueden presentar nuevas querellas en los tribunales federales de EE.UU. contra compañías que realicen actividades económicas vinculadas a propiedades confiscadas en la Isla.
Aquellas empresas que realizaron transacciones en Cuba durante la “breve ventana” de suspensión (del 14 al 29 de enero) podrían ser susceptibles a futuras acciones legales si se considera que trafican con propiedades expropiadas.
Casos en Curso
Como aclaró el propio texto de la Ley, la suspensión no afectaba los litigios ya iniciados. De cualquier modo, estos procesos permanecían activos aun durante la semana de suspensión de Biden y ahora continúan normalmente bajo un renovado contexto de “plena vigencia” del Título III.
Política Hacia Cuba
La Administración Trump retoma una línea de “máxima presión”. Se anticipa que otras medidas de endurecimiento, incluyendo posibles restricciones de viaje o límites adicionales a remesas, podrían ser reintroducidas o reforzadas. Los inversores extranjeros vuelven a enfrentar incertidumbre legal, lo cual puede impactar gravemente la economía de la Isla, controlada en gran medida por el régimen y las Fuerzas Armadas cubanas.
Relaciones Diplomáticas
Países aliados con grandes intereses en Cuba (como España y Canadá) seguramente elevarán protestas, tal como lo hicieron en 2019, cuando se activaron las primeras demandas. Es previsible una mayor tensión con la Unión Europea, que ha defendido a sus inversores frente a lo que considera una aplicación extraterritorial de la ley estadounidense.
Perspectivas y Reacciones Anticipadas
Equipo de Trump: Tanto el presidente como sus asesores (incluido el nuevo Asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz) y el posible Secretario de Estado, Marco Rubio, son reconocidos defensores de medidas duras hacia el régimen cubano.
Comunidad Cubana en el Exilio: Por un lado, algunos celebran la vuelta de las demandas como una forma de buscar reparación por propiedades expropiadas; otros temen un mayor daño a la ya golpeada economía de la Isla y el consiguiente sufrimiento para los cubanos de a pie.
Régimen Cubano: Se espera que el gobierno de La Habana denuncie la “política hostil” y la “agresión” estadounidense, a la vez que enfrente un escenario de disminución de inversión extranjera y posibles mayores carencias de recursos.
Resumen
- Biden Restableció la Suspensión (14/Ene/2025)
- Congeló por seis meses el derecho a nuevas demandas bajo Título III.
- Aun así, los pleitos vigentes continuaron.
- Removió a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo y eliminó la “lista restringida”.
- Trump Retira la Suspensión (31/Ene/2025)
- Por carta al Congreso, invalida formalmente la medida de Biden.
- Se reactivan las nuevas demandas desde ese mismo día.
- Mantiene la línea de sanciones contra Cuba, buscando ejercer presión sobre el régimen.
Futuro Inmediato
Se prevén litigios adicionales contra empresas que operan en propiedades expropiadas.
Al no haber una suspensión en vigor, cualquier potencial inversor extranjero en Cuba se enfrenta a riesgos legales inmediatos en EE.UU.
En conclusión, la anulación de la carta de la anterior administración (Biden) por parte de la nueva presidencia de Donald Trump restablece la plena fuerza del Título III de la Ley Helms-Burton, reabriendo las puertas a nuevas demandas relacionadas con propiedades expropiadas tras 1959. Ello refuerza un enfoque más rígido en la política de EE.UU. hacia Cuba, con potencial de aumentar la presión económica sobre el régimen y complicar las inversiones extranjeras en la Isla.
Preguntas frecuentes sobre la reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton y sus implicaciones
¿Qué significa la reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton?
La reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton permite a ciudadanos estadounidenses presentar demandas por propiedades confiscadas por el régimen cubano después de 1959. Esta medida había sido suspendida semestralmente desde 1996 para evitar conflictos diplomáticos, pero fue reactivada por Donald Trump en 2019 y nuevamente en 2025, permitiendo nuevas acciones legales contra empresas que operan con dichas propiedades.
¿Cuál es el impacto de la reactivación de esta ley en las relaciones diplomáticas de Estados Unidos?
La reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton aumenta la tensión diplomática entre Estados Unidos y sus aliados. Países como España y Canadá, con intereses en Cuba, han protestado por lo que consideran una aplicación extraterritorial de la ley estadounidense. Esto podría complicar las relaciones con la Unión Europea y otros socios internacionales.
¿Cómo afecta esta medida a la economía cubana?
La reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton crea incertidumbre legal para los inversores extranjeros en Cuba, lo que podría reducir la inversión extranjera en la isla. Esto impacta negativamente en una economía ya controlada en gran medida por el régimen cubano y las Fuerzas Armadas, aumentando la presión económica sobre el gobierno de La Habana.
¿Qué implicaciones tiene esta política para los ciudadanos cubanos?
La política de reactivación del Título III podría agravar la situación económica en Cuba, afectando a los ciudadanos de a pie. La incertidumbre legal y la posible disminución de inversiones podrían llevar a mayores carencias de recursos en la isla, aumentando el sufrimiento de la población cubana bajo el régimen actual.
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