En el enésimo paso hacia la consolidación de su dictadura en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega designó a su esposa, la copresidenta Rosario Murillo, como nueva jefa suprema del Ejército, un cargo que ahora comparte con el propio dictador.
La designación se formalizó a través de una reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Social Militar, propuesta por el Ejecutivo y aprobada de forma unánime y urgente por la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista.
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La medida refuerza aún más el control del matrimonio presidencial sobre las instituciones del Estado, incluyendo las Fuerzas Armadas. “El Ejército estará subordinado a la autoridad civil que será ejercida por la Presidencia de la República como Jefatura Suprema del Ejército de Nicaragua”, indica el texto citado por la agencia EFE.
Desde el pasado 19 de febrero, tras una reforma constitucional, Nicaragua cuenta oficialmente con una copresidencia compuesta por Ortega y Murillo, lo que les permite ejercer conjuntamente las atribuciones del Poder Ejecutivo.
Poder militar concentrado en la pareja presidencial
Con la reforma, la Presidencia —en manos de Ortega y Murillo— podrá ordenar operaciones militares en caso de agresión externa; disponer del Ejército para apoyar a la Policía Nacional en tareas de “estabilidad interna”; nombrar o remover al Comandante en Jefe del Ejército, y ordenar la movilización militar en caso de emergencia nacional.
También se otorgan facultades para remover a altos mandos militares que desobedezcan las órdenes de la Presidencia, lo que consolida un control vertical y personalizado sobre la estructura militar del país. En fin, una dictadura.
Una militarización del poder civil
Analistas y organizaciones de derechos humanos han advertido que estas reformas profundizan el carácter autoritario del régimen, al subordinar completamente al Ejército al núcleo familiar que ostenta el poder. La medida ha sido vista como un intento de blindar aún más al gobierno ante cualquier eventual desafío político o institucional.
Con este movimiento, Ortega y Murillo extienden su control sobre todos los resortes del poder estatal, en un país donde ya no operan partidos de oposición, se ha criminalizado la disidencia y se gobierna a través del miedo, la represión y el aparato de seguridad.
Preguntas frecuentes sobre la designación de Rosario Murillo como jefa del Ejército en Nicaragua
¿Por qué Rosario Murillo fue nombrada jefa del Ejército en Nicaragua?
Rosario Murillo fue nombrada jefa del Ejército en Nicaragua como parte de una reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Social Militar, que fue propuesta por el Ejecutivo y aprobada por la Asamblea Nacional. Esta medida es vista como un paso más en la consolidación del poder dictatorial de Daniel Ortega y su esposa, extendiendo su control sobre las instituciones del Estado, incluido el Ejército.
¿Qué implica la copresidencia de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua?
La copresidencia de Daniel Ortega y Rosario Murillo, establecida tras una reforma constitucional, permite que ambos compartan oficialmente las atribuciones del Poder Ejecutivo en Nicaragua. Esto refuerza el control absoluto que la pareja presidencial ejerce sobre los poderes del Estado, eliminando cualquier independencia entre ellos y consolidando un régimen autoritario.
¿Qué críticas ha recibido la reforma que nombra a Murillo como jefa del Ejército?
Analistas y organizaciones de derechos humanos han criticado la reforma por profundizar el carácter autoritario del régimen de Ortega. Se advierte que subordina completamente al Ejército al núcleo familiar en el poder, y es vista como un intento de blindar aún más al gobierno ante cualquier desafío político o institucional.
¿Cómo afecta esta medida a la estabilidad política en Nicaragua?
La medida refuerza el control del matrimonio presidencial sobre todos los resortes del poder estatal, lo que contribuye a la falta de partidos de oposición y a la criminalización de la disidencia en el país. Esto genera un clima de represión y miedo, afectando la estabilidad política y profundizando la crisis social y económica en Nicaragua.
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