Grace, una perra que acababa de parir once cachorros, no titubeó un instante en ceder los pequeños al cuidado de su dueña colocándolos cuidadosamente uno a uno entre los brazos de la joven.
El mensaje aparece claro ya que Doyle, la dueña, tiempo atrás había rescatado al animal de la calle, de los peligros y la crueldad de una vida incierta, proporcionándole techo, alimento y sobre todo amor.
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