Después de cinco años sin proclamarse campeón en la liga española, el Real Madrid consiguió alzarse con el título liguero ante el Málaga, en un partido que puso el broche de oro a un intachable tramo final de competición para el equipo blanco.
La celebración comenzó en Málaga tras el partido y, poco después, el equipo cogió un avión hasta Madrid. Ya en la capital, los deportistas se encontraron con la afición en el estadio Santiago Bernabéu. Desde allí la plantilla al completo recorrió en un autobús descapotable el Paseo de la Castellana, una de las principales vías de la ciudad, para llegar a la fuente de la Cibeles, lugar de celebración habitual para el conjunto madridista.
Pese a que eran altas horas de la madrugada y muchos de los allí congregados debían estar horas después en sus lugares de trabajo, la Cibeles se convirtió en una gran fiesta blanca en la que se cantó el himno del equipo, se corearon los nombres de los jugadores y se entonaron cánticos contra el barcelonista Gerard Piqué y uno de los grandes rivales, el Atlético de Madrid.
Los integrantes de la primera plantilla del Real Madrid bailaron al ritmo de "Despacito" e, incluso, Sergio Ramos se atrevió a cantarlo al tiempo que reclamaba un nuevo "Balón de Oro" para Cristiano Ronaldo.
Las celebraciones oficiales, por su parte, tendrán lugar hoy lunes 22.
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