La situación en las zonas más afectadas por el huracán Matthew, en Haití, es tan desesperante, que muchos residentes en la ciudad de Jeremie ―una de las más afectadas por el desastre natural― se han visto obligados a buscar comida entre los escombros, pues perdieron durante el paso del huracán sus casas y sus pertenencias.
Al menos 900 personas han muerto en Haití, según un nuevo balance que no deja de aumentar a medida que los equipos de rescate han ido accediendo a los lugares más remotos que fueron afectados por la fuerte tormenta.
Las labores de búsqueda se mantienen en la Isla, donde se teme que la cifra de fallecidos continúe aumentando.
Varias ONGs trabajan ya en Haití, pero la ayuda llega lentamente, no a todos los lugares al mismo tiempo, y el hambre no espera.
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