Madrid (EFE).- En una entrevista reciente, el chef español José Andrés ha expresado su deseo de "olvidar pronto" la disputa legal con Donald Trump.
El cocinero ha hecho estas declaraciones a Efe con motivo de su participación junto a otros colegas españoles en Madrid en la preparación de una cena solidaria para más de ochocientas personas, entre inmigrantes en el paro, personas sin hogar y familias en situación de pobreza.
Andrés ha opinado que, aunque sigue habiendo "hambre, paro y guerras, (...) la humanidad siempre está trabajando por un mundo mejor".
Ha asegurado que él mismo quiere ser mejor en el futuro que en el presente y se ha mostrado convencido de que Donald Trump quiere lo mejor para sí mismo, para su familia, para su negocio y para el país.
"Todos estamos en el negocio de desear lo mejor. Esperemos que esos deseos se unan en uno y nos estemos olvidando de esto pronto", ha afirmado en alusión a la disputa legal con el presidente electo de Estados Unidos.
Donald Trump deberá declarar en el litigio que mantiene con el cocinero español antes de tomar posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero.
Andrés ha explicado que él no comenzó este proceso judicial y que lo único que hizo fue decir que "no quería ningún tipo de relación en ese momento con la compañía" de Trump por "una decisión de negocios".
"Yo no siento a nadie en el banquillo. Simplemente el sistema democrático judicial hace que yo tenga que declarar y que cualquier otra persona tenga que hacer lo mismo, ya sea cocinero, camarero, bartender o presidente. Si hay un caso, todo el mundo tiene que cumplir con la ley, la democracia y el sistema judicial", ha resaltado.
"Todos tenemos que estar siempre muy contentos de que funcione el sistema democrático judicial", ha subrayado.
Ha asegurado que participó en la campaña electoral en apoyo de la candidata demócrata Hillary Clinton, "porque creía que era el mejor líder".
Para el cocinero, en la "fiesta de la democracia", a veces se impone uno y a veces se impone otro, pero "luego hay que hacer borrón y cuenta nueva y seguir trabajando y apoyando a las instituciones que pueden hacer que todo vaya mejor".
El popular cocinero español, que cuenta con ciudadanía estadounidense, mantiene una disputa legal con Donald Trump desde 2015.
Ambos habían acordado colaborar para que Andrés abriese un restaurante en el nuevo hotel Trump International, en el centro de Washington.
Sin embargo, después de que el magnate inmobiliario tildara en junio de 2015, al presentarse a la Presidencia, a los inmigrantes mexicanos de "criminales" y "violadores", José Andrés decidió rescindir el contrato.
Los abogados del chef argumentaron que, dado que el restaurante en el hotel de Trump iba a ser un "hispano", se vería profundamente dañado por los polémicos comentarios despectivos de Trump contra los mexicanos y los inmigrantes indocumentados.
Por su parte, el hoy presidente electo interpuso una demanda contra José Andrés y le pidió una indemnización de 10 millones de dólares (9,4 millones de euros) por haber roto el contrato y haberle ocasionado "pérdidas y daños por valor de millones de dólares".
En respuesta, el cocinero presentó en octubre de 2015 una demanda contra Trump y le reclamó 8 millones de dólares (7,5 millones de euros) por "los gastos incurridos en el desarrollo del restaurante" que José Andrés iba a dirigir, así como "los beneficios perdidos y los intereses".
Tras la ruptura, José Andrés, propietario de numerosos establecimientos en EE.UU., se implicó activamente en la campaña electoral a favor de la candidata demócrata Hillary Clinton, a quien el magnate ganó en las elecciones del pasado 8 de noviembre.
El cocinero intervino en un acto de Clinton en Florida justo el mismo día en que Trump participaba en la ceremonia de apertura de su hotel de Washington este octubre, a pocas semanas de los comicios.
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