En conferencia de prensa ante los medios en el día de ayer, jueves 2 de marzo, el fiscal general de EE.UU. Jeff Sessions aceptó desvincularse del curso de las investigaciones sobre la presunta conexión entre Rusia y la campaña electoral de Donald Trump.
A pesar de contar con el apoyo público del presidente, lo cierto es que el fiscal general ha tenido que echarse a un lado en las investigaciones, tras destaparse que Sessions había ocultado al Senado sus reuniones con el embajador ruso, en el punto álgido del ciberataque de Moscú contra el partido demócrata.
No obstante, Sessions insistió ayer en que no mintió al decir, bajo juramento, que no interactuó con funcionarios rusos durante la campaña.
Sobre él ha dicho Trump: “Es un hombre honesto y no dijo nada malo; pudo ser más claro, pero no fue intencionado”.
La revelación sobre las conversaciones entre Sessions y el embajador ruso se ha producido luego de que el mes pasado el consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, renunció por no haber informado de forma adecuada a la Casa Blanca acerca de sus conversaciones con un funcionario ruso durante la etapa de transición.
De momento, el FBI y el Comité de Inteligencia del Senado continúan indagando en las acusaciones sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses.
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