El gobernador republicano de Mississippi, Phil Bryant, analizó durante su visita a Cuba la incertidumbre que marca las relaciones entre Washington y La Habana tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
"Cuba y Trump deben de empezar a dialogar. Este es el primer paso: tratar de lograr que el diálogo vaya de una manera muy positiva", aseguró el representante estadounidense tras reunirse con el ministro de Comercio de Cuba.
La actual administración norteamericana todavía no se ha pronunciado sobre el nuevo rumbo diplomático entre ambos países y la única pista son las amenazas del magnate durante la campaña electoral, cuando habló de revertir el acercamiento entre Estados Unidos y la mayor de las Antillas.
En este sentido el pasado mes de febrero el portavoz Sean Spicer mostró la necesidad de realizar una "revisión completa" ante de tomar decisiones.
El gobernador, que calificó su viaje a Cuba como "alentador", también trató con el ejecutivo cubano la posibilidad de llevar médicos de la isla al delta del Mississippi.
En la actualidad este estado ya exporta productos autorizados a la isla, como aves congeladas y productos para el cuidado de la salud, según el Consejo Económico y Comercial de Estados Unidos.
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