Presuntas órdenes de la Seguridad del Estado impiden a Eduardo Leal Noda el ingreso a la fraternidad masónica de Cuba, según la información proporcionada por 'Cubanet'.
"La masonería no tiene nada que ver con la revolución, es una organización fraternal de hombres libres y de buenas costumbres. Han pasado varios años me he presentado dos veces y me han rechazado y no tienen nada que decir de mí. Nunca he estado preso, no he cometido ningún delito".
La negativa de la policía política cubana se basa en una placa, dedicada al presidente Franklin Delano Roosevelt que colgó Leal en el portal de su casa.
"Simplemente mandé hacer la estatua y esperé décadas, hasta que un día hicieron (el gobierno cubano) relaciones con los americanos. Como Franklin es norteamericano busqué al agregado cultural de la embajada y lo invite a la inauguración", aseguró.
Los planes de Leal no pasan por abandonar la defensa de la masonería cubana ni su intención de ingresar a la fraternidad.
"Me duele lo que ha sucedido y sucede con la masonería cubana, me duele que el edificio de la Gran Logia Masónica esté destruido, que se hayan perdido cuadros de Valdés Ramas, Menocal, Arche, y otros estén mohosos.
"El Museo de la Masonería se inunda, el Gobierno mantiene confiscados los pisos 6, 7 y 8, el sótano, la tienda masónica, la imprenta. Para que tengas una idea de lo que ha sucedido, los masones tenían un depósito de 38 millones de pesos en el Banco de los Colonos: se perdieron, como se perdió la propiedad del edificio", denunció.
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