Ramón Rigal, el pastor cubano que decidió no enviar a sus hijos a la escuela estatal, se encuentra bajo arresto domiciliario en Guantánamo y ahora el Gobierno lo amenaza con quitarle la custodia de los niños.
Según un reportaje del medio independiente Cubanet, Rigal no piensa retirar a sus hijos de la educación cristiana que les ofrece en su hogar, junto a su esposa. “Si ellos nos quieren quitar a nuestros hijos, será hasta donde Dios se los permita”, dijo Ayda Expósito, madre de los menores.
Uno de los miembros de la congregación Iglesia de Dios en Cristo explicó al diario que educar a los niños en casa, ilegal en Cuba, es una opción frente a la violencia y la deficiente educación que reciben en las escuelas del Estado.
“Me han enviado correos de apoyo constantemente. De Sudáfrica, Inglaterra, Estados Unidos, México y Chile”, dijo el pastor. “No estoy solo”, agregó.
La primera condena de las autoridades cubanas a Rigal consistía en un año de privación de libertad en una cárcel de Guantánamo, pero esta fue cambiada luego de su apelación.
La petición de Rigal y su familia es que "ya que no se permiten escuelas cristianas en Cuba, una opción es que la Iglesia pueda salir por esta vía para educar en casa. Tenemos maestros preparados para eso. No necesitamos ni sus maestros ni sus recursos económicos. La Iglesia los pagaría. Simplemente que se nos dé la libertad de educar en casa".
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