Ayer lunes, 30 de octubre, el presidente Donald Trump y su esposa Melania fueron anfitriones por primera vez de la celebración presidencial de la Noche de Halloween.
Por ese motivo, la Casa Blanca fue decorada para la ocasión con arañas gigantes y telas a modo de telarañas, que daban a la fachada el aspecto siniestro que la fecha requiere.
Donald Trump y Melania recibieron a familias de militares y a organizaciones comunitarias, así como a niños de diversas escuelas del Distrito de Columbia, y de los estados de Maryland y Virginia.
La pareja presidencial repartió dulces a los niños, que fueron desfilando frente a ellos con los más variados atuendos, mientras el presidente y su esposa no paraban de sonreír y de tener gestos de complicidad con los pequeños.
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