Especialistas del Parque Nacional de Viñales trabajan por sensibilizar a los pobladores del lugar con el cuidado y preservación del entorno. El lugar, que ostenta la condición de Patrimonio Natural de la UNESCO, recibió en los dos últimos años una afluencia desmedida de turistas, sin que estuviese creada la infraestructura necesaria para ello. Esto ha provocado un aumento de construcciones que no siempre cumplen las reglas urbanísticas, así como de actividades asociadas a los servicios de atención al cliente.
Especialistas cubanos de la esfera del medio ambiente han mostrado su preocupación por la falta de control en estos hechos, que suponen una amenaza al paisaje tanto natural como arquitectónico del lugar, así como a la cultura de la región.
Un reportaje de la televisión cubana muestra el trabajo de Educación Ambiental que realizan los especialistas del parque, en cuya zona de amortiguamiento se encuentran 11 comunidades.
Los niños, por ejemplo, reciben clases de senderismo, charlas educativas acerca de cómo proteger las áreas, y aprenden juegos donde aplican prácticas compatibles con las categorías de manejo.
Mario Sánchez Carrillo, director de la institución, explicó que la principal fuerza para la preservación es la propia población del lugar.
“Con la fuerza de trabajo que tenemos dentro del área protegida no damos abasto. Por eso hay que incidir en todos los actores de la comunidad, para que se sumen a las labores de conservación y crear en ellos un compromiso con el uso sostenible de los recursos”.
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