La opositora cubana Rosa María Payá leyó un discurso para la Cumbre de las Américas en Lima mientras la delegación cubana protagonizó un escándalo en el inicio de la reunión entre representantes de gobiernos y miembros de la sociedad civil del continente americano.
La activista definió el acto de sabotaje como una actuación de "las tropas de choque del castrismo", en medio de los gritos que pedían que se marchara.
Este hecho se produjo después del boicot que sufrió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, cuando se disponía a inaugurar la reunión.
En ese momento un grupo de cubanos no pararon de gritar durante todo el acto, coreando proclamas al grito de "esto no empieza".
La tensión que se vivió provocó que los organizadores anunciaran una pausa para tratar de rebajar los ánimos. Sin embargo Rosa María Payá optó por quedarse y leer el discurso, aupada a una silla, que tenía preparada.
En su declaración, que se llevó a cabo en medio de un ensordecedor ruido, denunció la continua violación derechos humanos que se vive en Cuba y Venezuela, así como los ínfimos salarios.
"Muchos de los casos de corrupción de los últimos dos años involucran a actores principales del llamado socialismo del siglo XXI, que ha sido empleado por el aparato de la inteligencia cubana para extender su influencia en la región", aseguró la representante de Cuba Decide.
Además exigió la "liberación inmediata de los presos políticos" existentes en Bolivia, México, Venezuela y la Isla, al mismo tiempo que pidió a la Organización de Estados Americanos que apoye el derecho del pueblo cubano "a decidir su futuro para cambiar el sistema para la democracia en Cuba".
En este sentido la opositora instó a que se condene a un gobierno "que no ha sido elegido por los cubanos y que se anunciará el próximo 19 de abril", en referencia a la fecha en la que expira el mandato de Raúl Castro.
Rosa María Payá relató lo sucedido al periodista Mario Vallejo, que se encontraba en el lugar de los hechos.
El embajador de Cuba: "No vamos a dialogar con mercenarios y terroristas"
Cuando se retomó la sesión llegó el turno para el embajador de Cuba en Austria, Juan Antonio Fernández. "No vamos a dialogar con mercenarios y terroristas y con toda esa partida que desde Miami ha llegado hasta aquí", avisó en declaraciones recogidas por EFE.
"La sociedad civil de Cuba es esta que se expresa aquí", dijo en referencia a quienes protestaban.
Por su parte el embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo, dijo estar "complacido de que la sociedad cubana tenga la oportunidad de participar en una verdadera democracia", la peruana.
"No tienen absolutamente ningún respeto. Pido respetuosamente a estas organizaciones que abandonen la sala", añadió en alusión a los manifestantes.
El clima de crispación llevó al representante del Gobierno de México a hacer un llamamiento a la conciliación con "una invitación para que nos escuchemos todos".
El representante boliviano subrayó que "hay que escuchar a todas las voces, pero falta una voz aquí", la de Venezuela, dado que el Gobierno peruano retiró la invitación a la Cumbre al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Almagro confesó al citado medio que ya esperaba que se produjera la protesta. "Nos habían dicho desde antes de llegar que 40 gorilas se habían instalado en las primeras filas y tenían una intención disruptiva".
El coste de la delegación cubana
La delegación cubana llegó a territorio peruano el pasado 8 de abril con un vuelo especial que duró cinco horas y media a bordo de la aerolínea estatal Cubana de Aviación, que no tiene itinerario directo hacia la capital de Perú.
El viaje de "actores sociales, jóvenes, intelectuales, diputados, campesinos, cuentapropistas", tal y como detalló la prensa oficialista; supondrá un coste para las arcas públicas de 300.000 dólares, según especialistas del sector consultados por 'CiberCuba'.
En concreto desplazar el avión de La Habana a Perú implica un desembolso de 150.000 dólares en la ida, incluido un vuelo de regreso con la aeronave vacía, y una cantidad idéntica para el viaje de vuelta en el momento que finalice la Cumbre.
Desde el Gobierno de Cuba no se ha explicado lo que supone para las cuentas del Estado este viaje, como tampoco se han concretado los detalles del mismo.
El arribo de los representantes de la mayor de las Antillas se produjo en medio de cánticos a favor de la Revolución Cubana y con proclamas a favor de Fidel y Raúl Castro.
Su llegada también quedó marcada por la condena de la administración estadounidense que denunció que el Gobierno de la Isla impidió que la sociedad civil independiente viajara a la Cumbre "mediante detenciones arbitrarias y visitas a domicilios particulares para advertirles de que no intenten abandonar la Isla".
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