La cubana Yaquelín Vera y su hija Laura, de 12 años, llegaron a Trinidad y Tobago en septiembre de 2015 y, un día antes de que se les venciera el permiso de estancia, presentaron la solicitud de asilo ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"En estos momentos no hay reasentamiento para nosotros los cubanos", explica Vera.
Ellas forman parte de una comunidad flotante de más de mil ciudadanos de la Isla que intentan regularizar su estatus migratorios en ese país.
Según cuentan están desesperadas y aconsejan al resto de los cubanos que no gasten su dinero para viajar a Trinidad y Tobago. “Todo lo que te dicen en Cuba es mentira. No vengan para este país", explica.
Vera y su hija, como la mayoría de los cubanos allí, son víctimas del racismo. La adolescente tuvo que cambiarse para una escuela en un plantel para refugiados porque en la que estaba la violentaban.
"Aquí no hay esperanzas de nada. Esa es la realidad de los cubanos y la de los venezolanos".
"Esto se conviertió en una cárcel. En este país me siento presa y secuestrada porque no nos dan visa para viajar a ningún lugar. En las embajadas nos dicen que este es un problema de la ACNUR", agrega Vera.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: