“No me gusta lo que está pasando en Cuba y, ciertamente, tampoco me gusta lo que está pasando en Venezuela” afirmó este miércoles Donald Trump en rueda de prensa ofrecida en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Así contestó el mandatario al reportero Tomás N. Regalado -hijo del director de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) de Radio y Televisión Martí-, quien le preguntó al presidente si sería más proactivo con respecto a Cuba.
"He sido muy proactivo sobre Cuba”, aseguró Trump, a la par que afirmó haber acabado con muchas de las políticas de Obama hacia Cuba.
“Obama les dio un pase y eso no me gustó, ni a los cubanos que viven en Miami o en Estados Unidos, que vinieron de Cuba y sufrieron en Cuba”, añadió Trump.
“No me gusta lo que [Obama] hizo; he acabado con la mayoría de eso” agregó.
Precisamente en la línea de retroceder el proceso de deshielo iniciado por Obama han estado las políticas de Trump hacia el régimen cubano, que incluyen restricciones para hacer transacciones con determinadas empresas gubernamentales cubanas y prohibiciones para los viajes a la Isla.
Las tensas relaciones entre ambas naciones, por otra parte, se han visto agravadas por los supuestos ataques acústicos que sufrieron diplomáticos estadounidenses en Cuba, que llevaron al gobierno norteamericano a expulsar a diplomáticos cubanos de su sede en Washington y a retirar el 60% de su personal en la embajada de La Habana.
Su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel, quien también se encuentra actualmente en Nueva York, afirmó en su primera entrevista concedida tras ser designado como presidente de Cuba, que estaba dispuesto al diálogo con el gobierno norteamericano, siempre que “se nos respete y no se nos condicione nuestra soberanía y nuestra independencia, porque no aceptamos imposiciones y no estamos dispuestos a hacer concesiones".
Reconoció, no obstante, que “ las relaciones hoy están en retroceso” y volvió a catalogar de inaceptables de las medidas tomadas por la administración Trump.
Trump, por su parte, también se refirió en la rueda de prensa a la salud a nivel mundial del socialismo, en este sentido dijo que bastaba mirar el caso de Venezuela para constatar no marchaba bien.
Había añadido poco antes estar abierto a conversar con su homólogo venezolano y que su administración se ocuparía de Venezuela, cuya situación catalogó como desgracia, pese que reconoció no estar en su plan reunirse con Maduro; “si puedo ayudar a la gente, es para eso que estoy aquí” aseguró.
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