Mientras se sigue hablando del tornado que el pasado 27 de enero castigó varios municipios de La Habana, y del cual espero se siga hablando hasta que el gobierno de Cuba asuma la responsabilidad que le corresponde de proveerles vivienda a los que siguen durmiendo donde les dan cobijo, es momento de preguntarle a Díaz-Canel y compañía: ¿cuál es la explicación de que La Habana se esté llenando de hoteles de lujo, mientras sus habitantes se entierran en escombros?
Las fotos de La Habana de los 50’ parecen imágenes futuristas generadas por la mente utópica de un cubano, que espera a que los sacos de cemento de Eusebio Leal se extiendan por todos y cada uno de los edificios, donde sus habitantes llevan una vida ruinosa.
Una de esas fotos del “futuro” es una que tiene mi familia de la calle Neptuno -una de las principales arterias de la ciudad - llena de tiendas, comercios y viviendas, la mayoría joyas arquitectónicas del Art Novó, Art Decó, Neoclásicas, etc, y ¿dónde está lo que queda del Hotel Ritz en la esquina de Neptuno y Perseverancia? Un edificio majestuoso, que la obra de la revolución en sus infinitos deslogros, transmutó de hotel capitalista a viviendas deplorables, cuarterías y solares.
¿Cómo se llama la obra?: Todos los destrozos bajo un mismo techo.
En medio del corretaje que se trae el régimen por el 500 aniversario de La Habana, levantando hoteles de lujo, arreglando algunas fachadas del casco histórico y escondiendo el resto del churre debajo de la cama, uno no puede dejar de preguntarse: ¿qué va a pasar con las miles de viviendas que se cayeron, se caen y resisten por sobrevivir bajo la omnipotencia de quienes deciden que se arregla y que no?
¿Quiénes deciden que es más importante levantar hoteles 5 estrellas (que no se llenarán jamás) para los turistas, mientras las casas de los nacionales se deshacen con cada aguacero y cada vientecito inesperado?
¿Quiénes realmente van a beneficiarse de las ganancias que generen esos hoteles?
¿Por qué el gobierno sigue utilizando el asbestos en las viviendas que ellos reparan y construyen para el pueblo, cuando ese material está estrictamente prohibido en otros países, por estar demostrado científicamente que es altamente cancerígeno, mientras en los hoteles para los turistas americanos, digamos, se emplean materiales de lujo?
Estas fotos son un recorrido por la calle Neptuno en el estado que está en el mes de febrero de 2019, a unos meses del quinto Centenario de La Habana, y a 60 años del aniversario de cuando por esta calle se podía caminar por las aceras sin mirar para arriba cuidando que un balcón no te partiese la cabeza, y sin mirar para abajo para que un hueco en la acera no te partiese un tobillo.
Las fotos son mayoritariamente de los edificios que están deshabitados en esta calle, pero he incluido algunos por ser joyas arquitectónicas que están a riesgo de perderse, dentro del tornado perenne, que es el gobierno comunista de Cuba.
(Foto de portada: Las ruinas del Hotel Ritz, sito en la esquina de Neptuno y Perseverancia)
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