“Si almuerzo no como, y si como no almuerzo”, es la conclusión de un joven cubano residente en Bayamo (Granma), que ha explicado en este reportaje de Palenque Visión para Cubanet, la difícil situación alimentaria por la que atraviesa.
A pesar de vivir solo y de “ahorrar” al máximo detalla que no hay manera en que la cuota de alimentos que le venden por la libreta de abastecimientos le alcance. “La comida no me llega a la semana”, concluye, y añade que hay días en que no come.
“¿Qué carne, qué embutido? Si aquí no hay carne, embutido ni nada”, se queja otra de las entrevistadas, desmitificando la creencia de que en el Oriente de la Isla es más fácil y barato el acceso a la comida. Precisa que allí lo que hay es “arroz blanco con lo que encuentre y agua con azúcar”.
Otro de los entrevistados remite a los bajos salarios y a la falta de dinero para poder comprar más alimentos, como un factor añadido que empeora la situación de escasez general.
De ahí que considere que Cuba deba definirse como “un pueblo ladrón”, en tanto la gente se ve obligada en muchos casos a robarle al Estado o a buscarse el dinero de forma ilícita, siempre evadiendo a la policía, para poder subsistir con cierto grado de dignidad.
La gente haría cualquier trabajo si pagaran bien, “pero como no pagan, nadie quiere trabajar, nosotros aquí estamos como doblegados. Nosotros estamos doblegados aquí”, sentencia un joven panadero.
Este reportaje evidencia una vez más que la creciente escasez de alimentos que se está viviendo en Cuba en los últimos meses no es exclusiva de La Habana, sino que se extiende también a las provincias orientales de la Isla, que padecen una crisis similar o peor, puesto que la capital es priorizada en algunas entregas de alimentos, según se vio a propósito de la “crisis del pan”, que alcanzó su punto máximo en los meses finales del 2018, pero que llegó a La Habana un poco después que al resto del país.
Que el fantasma del Período Especial acecha se ha vuelto un lugar común en la prensa independiente en los últimos meses, pues crecen las noticias que así lo reflejan.
Los cubanos argumentan lo difícil que es mantener la calma cuando cuesta cada vez más llevar la comida a la mesa: colas, quejas, esperas y hasta peleas se han visto en las últimas semanas, en episodios que evidencian desconcierto y preocupación.
¿Que dice el Gobierno de la crisis alimentaria? Durante una reunión del Consejo de Ministro, a comienzos de este mes de marzo, Miguel Díaz-Canel reconoció la escasez en la Isla de alimentos básicos como el aceite vegetal, el pan, el huevo y el pollo.
En el encuentro, el mandatario pidió a su Gobierno mayor control de los procesos económicos "importantes para la vida cotidiana", así como la necesidad de "cerrar los ciclos productivos"; y precisó que el "esfuerzo" para que las "importaciones sucedan a tiempo", no sirve de nada si "luego surgen problemas con contrataciones del transporte o el retraso de algunos embarques".
"Necesitamos una dinámica más creciente de la economía en este año, para lograr un impacto en la alimentación de la población, en la vivienda, en el transporte y en la informatización, por solo mencionar algunos elementos que son importantes para la vida cotidiana", concluyó.
Mientras tanto, los huevos, el aceite, el pan, la harina de trigo y el pollo han sido las últimas víctimas del desabastecimiento crónico que sufre Cuba desde hace décadas, donde es usual que escaseen de manera cíclica alimentos como la leche en polvo e incluso la sal.
Crece el enojo, la impaciencia y la angustia entre los cubanos por la alimentación, y que conste que la disyuntiva entre almorzar o comer no es una realidad exclusiva del joven entrevistado en este reportaje.
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