El recuerdo de la Operación Peter Pan ha servido de punto de partida al opositor cubano, Antonio Rodiles, para calificar de “humillación” el encarcelamiento de una pareja de padres guantanameros por “intentar educar a sus hijos fuera del sistema de adoctrinamiento del castrismo”.
Rodiles ha tildado de “indignante” que algo así ocurra en la segunda década del siglo XXI, y exige el derecho a los padres a escoger el tipo de educación que desean para sus hijos, una idea que, según precisa, ya está recogida en los estatutos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948.
El opositor subraya que las iglesias en Cuba deben tomar partido, pronunciarse, alzar su voz y presionar al régimen para que excarcelen a la pareja de padres encarcelados, y que permitan que ellos escojan el modo en que quieren educar a sus hijos.
Rodiles exige que los padres en Cuba puedan sacar a sus hijos de un sistema que aplasta el pensamiento libre de cualquier ser humano.
Aprovecha para aclarar que “en el nuevo entuerto constitucional”, el Artículo 73 estipula que es responsabilidad del Estado la educación en el país, lo que en principio violaría, en letra, el citado principio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Insta, finalmente, a que se denuncie en todas las instancias el calvario que está atravesando esa familia cubana, y recalca que esos niños sufrirán con sus padres en la cárcel, además de que serán obligados a "idolatrar a los semidioses" que ha construido el Gobierno en la Isla.
Ramón Rigal y Ayda Expósito fueron condenados el pasado lunes en Guantánamo a dos años y a un año y medio de cárcel, respectivamente, por educar a sus hijos en casa.
Los pastores evangélicos fueron acusados por presuntos "actos contra el normal desarrollo del niño, asociación ilícita y asociación para delinquir".
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) dijo, a través de un comunicado, que el proceso legal fue manipulado.
"Defendemos el derecho natural de los padres a escoger el tipo de educación que quieren para sus hijos. Rigal y Expósito querían educar a los suyos en casa para evitar el adoctrinamiento político del sistema educativo cubano, que está únicamente en manos del gobierno", aseguró Alejandro González Raga, director ejecutivo del OCDH.
"En el totalitarismo cubano, los niños son formados con criterios de culto a la personalidad de Fidel y Raúl Castro, y los planes formativos incluyen asignaturas políticas e incluso entrenamiento militar", agregó.
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