Desesperados tras semanas sin tener ninguna información sobre la paralización de la lista de inmigración para solicitar asilo a las autoridades de Estados Unidos, un grupo de cubanos en México se lanzó la madrugada del viernes a intentar cruzar la frontera y terminar con la agónica espera y la incertidumbre, contó uno de los implicados a CiberCuba.
Sin embargo, de forma inmediata fueron interceptados por la Patrulla Fronteriza estadounidense, cuyos agentes no dudaron en responder con ensañada violencia, a pesar de haber mujeres y menores de edad, según el testimonio de los afectados.
Golpes, paralizadores de descarga eléctrica y fuertes empujones con los escudos de defensa fueron la respuesta del cuerpo fronterizo, que se ha negado durante semanas a dar una explicación de por qué pararon los llamados de las listas de inmigración, proceso que es legal y por el cual muchos de los migrantes que se encuentran en la frontera con Estados Unidos llevan meses esperando.
"Te estoy filmando...", dice uno de los cubanos mientras graba cómo se ensañan a golpes con uno de los muchachos. "Estas no son las reglas", continuó gritando, en referencia al silencio y la desinformación en torno al proceso migratorio, y al haber detenido los llamados sin explicación alguna.
"Nosotros no podemos regresar a nuestro país", grita otro desesperado en busca de la más mínima compasión.
Otro de los cubanos que sí logró cruzar, nada más y nada menos que con una niña de un año en brazos, contó que habían intentado acercarse a pedir información y respuestas, y que "nos cayeron arriba como leones".
"Yo sabía que eso iba a ser así, pero ya estamos en Estados Unidos. Nos fueron para arriba con los escudos plásticos grandes y traen unos fusiles grandísimos, nos golpearon, nos tiraron para el piso, pero algunos pudimos escapar", relató.
"Nadie se imagina lo duro que es estar sin saber qué va a pasar contigo, oyendo mil historias de gente muerta, secuestrada, ahogada en el río. Estando ahí sin poder trabajar o haciendo trabajos que no dan ni para lo básico, y ver que desde que salimos de Cuba aquello allá no hace más que empeorar, y sabiendo que en cualquier momento podrían deportarnos", sostuvo otro de los migrantes que lleva meses en Reynosa.
Los cubanos que se encuentran en Tamaulipas, estado donde ocurrieron estos hechos, llevan meses esperando una respuesta a su caso, hacinados en albergues o moteles, y sufriendo en carne propia cómo los precios de las rentas y la comida locales suben constantemente, aprovechando la demanda.
Por supuesto, y arrastrados también por la desesperación, estos cubanos y sus familiares en Estados Unidos han sido carne de estafas y secuestros. Uno de ellos contó a CiberCuba que él, junto a otros tres cubanos y varios hondureños entre los cuales había niños, pagaron a un 'coyote' cubano que se hace llamar 'Big Papi' la suma de $1,500 dólares hace poco más de un mes en Matamoros para que los cruzara al otro lado con sus supuestos "contactos".
"Nos dejaron encerrados en una habitación que solo tenía una ventana en el techo, nos trancaron ahí con cadenas y solo nos dieron de comer arroz blanco. Supuestamente era por nuestra seguridad, para que no nos agarraran los del cartel de los Zetas, pero la realidad es que nos dejaron ahí durante días y se desaparecieron", contó a este portal uno de los cubanos.
La espera fue un suplicio porque cada día se vestían y alistaban para irse, y se quedaban esperando. No los dejaban salir ni siquiera al pasillo a tomar aire y la comida se la llevaban de madrugada.
"Luego llegaron un día y nos montaron en una guagüita a la que no pudimos subirnos con ninguna de nuestras pertenencias ni documentos y nos dejaron en el puente. Nos dijeron que ya los guardias americanos sabían que nosotros íbamos, y era mentira. Cuando regresamos al lugar donde nos habían tenido retenidos, ya no había nada, lo perdimos todo, incluyendo nuestros salvoconductos", relató.
Por otra parte, estos cubanos cuentan que, a pesar de la 'invasión' de migrantes en las ciudades fronterizas, la solidaridad de muchos mexicanos se mantiene intacta, y que acuden a los albergues y moteles a llevarles comida caliente y ropa.
La desesperación que viven los migrantes cubanos en las fronteras con Estados Unidos es cada vez mayor. La incertidumbre no parece estar cerca de terminar, y situaciones como esta se están volviendo recurrentes. Mientras continúen los intentos de cruce ilegal y por la fuerza, la guardia fronteriza no responderá con menos violencia, y los perjudicados serán siempre los migrantes.
La política migratoria de Trump se recrudece constantemente y las nuevas regulaciones para solicitar asilo en Estados Unidos, que entraron en vigencia este 16 de julio, devolvieron a México a montones de cubanos que esperaban su turno ya en Estados Unidos.
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