Un joven va caminando desde la Virgen del Camino hasta La Habana, “peinando” las tiendas para comprar unos jabones, pero su esfuerzo es en vano: “No he encontrado”, dice. Una dependienta de la tienda El Louvre dice que ella sí ha estado vendiendo “cantidad de jabones todo el día”. Pero en el momento en que la TV cubana la entrevista los anaqueles están vacíos: “Ahora no hay”.
Comprar el aseo es una más de las penurias a que se enfrenta el cubano de a pie en estos momentos coyunturales. No sin culpar repetidamente al “bloqueo” por la situación de escasez de estos productos, un reportaje del NTV ilustra que también en la industria de la perfumería están pendientes de la llegada de “un barco”.
“Nosotros debemos producir 21.000 toneladas de virutas [para jabón], que llevan un consumo de 16.000 toneladas de grasa”, dice Luz Elena Ronda, directora de producción y venta de la empresa Suchel
“Hasta el cierre de septiembre solo hemos recibido 3.500 toneladas de grasa, debido a que no han podido entrar a Cuba los buques tanqueros por el bloqueo al que estamos sometidos. Se han ido buscando otros proveedores para traer virutas ya producidas”.
Otro funcionario de la empresa, Ramón Hernández, jefe de planta de Suchel Regalo, pone números a las actuales afectaciones: “Para septiembre estaban previstas 477 toneladas de jabón de tocador, y solamente logramos el 40%”.
El periodista, sin embargo, en contradicción con lo que explican los clientes, las dependientes y los directivos de la empresa de perfumería y jabonería, señala que “pudiera parecer” que se está atravesando “un problema de desabastecimiento generalizado, pero no es verdad. Y basta un recorrido abarcador para comprobarlo”.
Por ejemplo, en la conocida tienda Flogar, de Centro Habana, una dependienta le dice que se han estado despachando “cinco jabones por persona y un detergente. Y ahora no hay”, mientras que en El Louvre le informan que lo que se ha vendido es solo jabón de lavar. “De baño vendimos el domingo y lunes”.
Al problema con la materia prima, se le suma en la fábrica el de las medidas de ahorro energético, que recortan en seis horas la jornada productiva y dejan de fabricarse hasta tres toneladas.
En las fallas de la distribución vuelve a surgir el tema del “déficit de combustible provocado por el bloqueo”. Según Edelsa Fernández, especialista comercial de CIMEX, TRD Caribe y la corporación CIMEX han “fortalecido” sus mecanismos de comercialización, y han acordado con los proveedores hacer entregas de volúmenes grandes en almacenes de las sucursales de todo el país.
El punto final al reportaje lo vuelve a poner el bloqueo, “un freno permanente –señala el periodista–, pero sigue primando la búsqueda de alternativas para que la oferta esté más cerca de la demanda”.
El pasado 27 de septiembre, los clientes de una tienda camagüeyana debieron hacer una gigantesca cola para poder comprar dos jabones por persona. “El gobierno lo sigue racionando todo, menos las consignas, las prohibiciones y los policías”, subrayaba el medio digital.
La tensa situación da lugar en ocasiones a altercados entre los que esperan para llevarse el producto. En La Habana, un ama de casa de unos 50 años confesaba días atrás: “La última vez que logré comprar unos jabones en moneda nacional, hace como diez días en El Náutico (Playa), solo daban por persona cinco jabones de baño, un tubo de pasta dental y dos pomos de detergente líquido”.
“Eso no impidió –prosigue– que hubiera golpes en la cola, porque había más de 300 personas casi que matándose por comprar jabón y detergente para fregar. Además, hay personas que hacen la cola tres y cuatro veces, o le piden a otra que se los compre para llevarse más de los que les tocan, lo mismo para venderlo en seis y siete pesos en su casa que para darle a toda la familia”.
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