La Abakuá es una sociedad secreta masculina que arribó a Cuba hace ya 180 años, según se asegura en este reportaje del Sistema Informativo de la Televisión Cubana que reseña ―a partir de entrevistas a varios de sus miembros― las principales características y momentos históricos de esta singular fraternidad.
La sociedad secreta Abakuá se desarrolló en Cuba a partir de la década del treinta del siglo XIX, entre los recién Ilegados de la región Calabar ―actual Nigeria, en África― y encontró rápidamente seguidores entre los negros y los mulatos.
La primera sociedad de blancos se fundó a mediados del siglo XIX y su creador fue Andrés Facundo de los Dolores Petit, quien destacó también por sus aportes al Palomonte, con la elaboración de la variante Kimbisa.
El Ñañiguismo (como también se le conoce) se encuentra estrechamente vinculado con las creencias africanas que conceden especial importancia a la influencia de los antepasados (espíritus), en la vida de las personas. Por ese motivo, en todas sus ceremonias religiosas se les convoca. La representación simbólica de esos espíritus es el Ireme o diablito.
Durante sus 180 años, la cofradía secreta Abakuá se ha mantenido activa solo en las occidentales provincias de La Habana y Matanzas, los únicos lugares donde se dice que existe fuera de África.
Durante años ha estado marcada por muchos estereotipos que han dañado su imagen exterior (como el machismo o la marginalidad), algo que sus miembros suelen negar por creer que es una interpretación equivocada de su hermandad.
Este extenso reportaje de la Televisión Cubana registra la presencia de los Abakuá en diversos acontecimientos de la Historia de Cuba (como el intento de salvar la vida a los ocho estudiantes de medicina en 1871), pero obvia indagar en la que es una de sus características más importantes ―y también más controvertidas― la completa ausencia de la mujer, algo que suele explicarse a partir de la "Leyenda de la princesa Sikán", parte importante del fundamento religioso de esta Sociedad Secreta.
Como no podía faltar, este reportaje insiste en la profunda implicación política de parte de sus miembros, algo que se subraya en las alusiones finales a Fidel y a Raúl Castro.
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