- 250 gramos de pescado
- 200 gramos de harina de trigo
- 30 mililitros de aceite
- 1 huevo entero
- 100 gramos de pan rallado o 100 gramos adicionales de harina de trigo
- Ajo, cebolla, ají pimiento, sal, azúcar, vinagre…, todo a gusto
- 250 mililitros de caldo de pescado (podría realizarse con cualquier concentrado artificial de ser necesario)
Se hace un caldo con el pescado, una vez listo, la carne y el líquido se separan y se preservan ambos. Se desmenuza con las manos el pescado o se muele para obtener picadillo.
Se pone a hervir el caldo en un caldero, cuando esté en ebullición, se le agrega los 200 gramos de harina, se revuelve con una paleta de madera hasta obtenerse una mezcla homogénea, la cual mientras se va revolviendo debe irse despegando del caldero.
Se le añade los 30 mililitros de aceite y se sigue removiendo hasta obtener una masa que se deja refrescar unos 20 minutos.
El pescado se cocina aparte y se le van agregando los condimentos. Una vez listo se agrega el pescado al caldero donde está la masa fresca y reposada.
Se amasa formando una gran bola. A partir de ella, una vez fresca, se da forma a las croquetas. Estas se pasan por la mezcla de huevo batido y pan rallado o harina, y se fríen.
Las croquetas son uno de los platos más versátiles pues se pueden realizar de casi cualquier cosa. También es muy económico pues se puede prescindir del producto cárnico y elaborarse con concentrados artificiales los caldos base, y seguir el resto de los pasos de la receta.
Esta es una receta ideal para los cubanos que viven en tiempos de escasez.
Lo mismo en un desayuno, una meriendo, un almuerzo o para fiestas de cumpleaños, este plato es uno de las más frecuentes en Cuba. ¡Buen apetito!