De los años 90 datan las tristemente célebres en Cuba “brigadas de acción rápida” o “brigadas de respuesta rápida”. ¿Su función? Agredir, verbal o físicamente, a quienes no comparten el ideal del gobierno y lo expresan públicamente.
Estas brigadas son personal civil que, por vocación voluntaria, apoyan y secundan la forma en que las fuerzas del orden ―polícia fundamentalmente― reprimen marchas, protestas y todo tipo de acto público contrario al gobierno cubano.
En este vídeo se ve claramente como a la declaración de un manifestante: “los Castros son unos corruptos”, la respuesta es sencillamente una ofensa personal hacia esa persona.
¿Es esa la ideología que lleva más de 50 años en el poder en Cuba? ¿La que a una opinión diferente a la oficial se le responde con gruesas palabras? Es una pena, pero sí.
Y lo peor, es que quienes actúan de ese modo, reciben el premio de una conga insólita en medio de la calle, tras acabar los actos represivos.
Aunque extraña a primera vista esa conga que no viene a cuento, si lo pensamos mejor, no debe extrañarnos tanto, porque quienes participan en estos actos públicos de repudio no son más que “muñecones” de feria y de carnaval.
No son más que títeres tristes.
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