Tras cuatro meses de infructuosa espera, en que el presidente norteamericano Donald Trump ha optado por el silencio y la "revisión" a cámara lenta del tema "Cuba", la cifra de cubanos en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo ha disminuido notablemente, según se asegura en este breve reporte de Nuevo Laredo TV.
Algunos han partido hacia otras ciudades mexicanas y varios han decidido entregarse a la autoridades norteamericanas en la frontera, con la esperanza de que, tras pasar un tiempo en un centro de detención de Texas, les sea concedido el permiso que les permite estar un año en suelo norteamericano, aunque pendientes de juicio para estudiar sus casos de asilo.
Según este reporte, un grupo de jóvenes cubanos que se encontraban en Nuevo Laredo optó recientemente por entregarse, tal vez con la ilusión de correr el mismo destino de algunos cubanos que hace apenas unas semanas se reunieron con su familia (tras haber pasado meses en un centro de detención), noticia que fue ampliamente difundida por los medios de prensa.
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