El senador cubano-americano Mario Díaz-Balart y representante del Colegio 25 por la Florida, decidió "hacerse a un lado" de los comentarios efectuados por el presidente de los EE.UU. con relación a Haití y El Salvador, países a los que según el diario The Washington Post llamó "naciones de mierda".
Muy diferente ha sido la respuesta de Díaz-Balart con respecto a la de sus homólogos de la Florida, Carlos Curbelo e Iliana Ros-Lehtinen.
Lo sorprendente en el caso de Balart es que este se encontraba en la reunión en la cual dicen que Trump pronunció tales palabras.
Sin embargo, Mario no ha salido a desmentirlo, un hecho que a muchos les ha llamado poderosamente la atención.
Su portavoz, Katrina Bishop, dijo que "otros pueden hablar, comentar o filtrar lo que se dice en privado. Pero él no lo hace". Al respecto emitió la siguiente declaración:
En sus tres décadas de servicio público, el congresista Diaz-Balart NUNCA ha repetido, declarado o filtrado lo que se dice en reuniones privadas. En segundo lugar, sigue centrado en el hecho de que en marzo, unos 800,000 jóvenes enfrentan la deportación, y él continúa trabajando para llegar a un acuerdo bipartidista, por lo que eso no sucederá. Y finalmente, el congresista Diaz-Balart lucha y defiende a su comunidad todos los días, y su historial al hacerlo es claro.
Este domingo en la noche, Trump afirmó ante los periodistas que él "no era una persona racista".
"No soy racista. Soy la persona menos racista que has entrevistado. Que puedo decirte," dijo.
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