Cuentapropistas cubanos ya gestionan una tercera parte de las cafeterías, barberías, peluquerías, servicios personales y técnicos que hasta ahora venían siendo gestionados por el Estado.
El 95% de esas unidades han sido arrendadas a trabajadores por cuenta propia y el resto, a cooperativas no agropecuarias. De estas últimas se autorizaron 221 en el país, pero se extinguieron 6 de gastronomía. Ahora quedan 175. La mayoría de ellas están radicadas en La Habana y Artemisa.
Según la ministra de Comercio Interior, Mary Blanca Ortega, de las 13.000 unidades estatales de comercio interior, 4.450 están dirigidas por trabajadores por cuenta propia. De ellas, 1.100 pertenecen a la gastronomía y 2.476 a los servicios.
Estas nuevas formas de gestión privada han dado trabajo a 13.849 trabajadores; el grueso de ellos, autónomos (11.773). Además, la propia ministra admitió que con el cambio ha aumentado la calidad en el servicio y la variedad de la oferta.
También ha cambiado sustancialmente la imagen de estos establecimientos, que ahora tienen nuevo mobiliario y equipos más modernos.
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