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El presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró este domingo frente a los diputados que participaron en la reforma de la Constitución que a partir de ahora “cada cubano podrá expresar libremente sus opiniones”, un derecho vulnerado desde hace décadas por sus predecesores, Raúl y Fidel Castro.
“Este es un ejercicio que adquiere la mayor relevancia política y que se sustenta en la más genuina democracia. Cada cubano podrá expresar libremente sus opiniones y le permitirá participar en el hoy y el futuro de la patria”, dijo el mandatario al concluir dos jornadas de debate del Proyecto de Constitución de la República de Cuba.
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Díaz-Canel señaló que, luego de la consulta popular y el referendo, el proyecto de la nueva Carta Magna significará más unidad para la nación. “Con todas nuestras carencias, necesidades y fallos, superamos las adversidades económicas y vamos por más. Es lo que buscamos con la reforma de nueva Constitución, obligada a actualizarse para que la institucionalidad se fortalezca”, expresó.
En su intervención, el nuevo gobernante de la Isla también agradeció a Raúl Castro, “cuyo apoyo no ha dejado de existir ni un solo día”, y confesó que se considera “un presidente afortunado, no solo por el extraordinario pueblo al que le debo servir sino por la excepcionalidad de los que me han antecedido”.
El mandatario calificó de “apasionado” el debate sostenido en la Asamblea, y sostuvo que el mismo fue “centrado en el humanismo de Fidel y Raúl”. Asimismo, indicó que el Gobierno deberá asumir ahora grandes retos “en un contexto internacional complejo y con la situación económica que tiene el país”.
“La economía cierra con 1.1% de crecimiento, se mantiene una tensa situación en las finanzas, debido a varios factores, esta situación nos obliga a asegurar medidas de control en el Plan de 2018. Debemos trazar un Plan de la Economía para 2019 objetivo y sustentable, pero que no renuncie al crecimiento económico”, apuntó.
También sostuvo que el Consejo de Ministros “se entregará por entero al pueblo y a la Revolución”, y animará el ejercicio de un estilo de trabajo que acerque a los gobiernos locales, así como la lucha conta la corrupción e ilegalidades.
“No queda mucho por decir, pero sí por hacer, corregir y crear. No será fácil, porque el principal obstáculo a nuestro desarrollo es el bloqueo, que sigue ahí como el dinosaurio de Monterroso”, resaltó.
Debate sobre libertad de expresión en Cuba
Minutos antes del discurso de cierre, legisladores cubanos habían debatido sobre los derechos y garantías incluidos en el anteproyecto constitucional, y propusieron sustituir el concepto de “libertad de palabra” por “libertad de expresión”.
Al intervenir en la segunda jornada del primer periodo ordinario de sesiones de la IX Legislatura, la diputada camagüeyana Daicar Saladrigas sugirió modificar ese término que aparece en el artículo 53 de la actual Carta Magna, refrendada en 1976.
Aceptada por todos los presentes, su propuesta planteó la necesidad de transformar la redacción del apartado de manera que se escriba “libertad de expresión”, a tono con su empleo en normas internacionales, y en correspondencia con la recientemente aprobada política de comunicación en el país.
Además, sugirió trasladar dicho concepto hacia otro artículo, pues en la vigente legislación converge en un mismo párrafo con la categoría “libertad de prensa”, y allí solo se enuncian las razones para garantizar este último principio.
El día anterior, en la primera jornada de debate, los diputados habían incorporado a la Ley de leyes nuevos derechos ciudadanos, entre los que se encuentra el hábeas corpus, una institución de orden jurídico que busca evitar los arrestos arbitrarios y suele emplearse para impedir abusos por parte de las autoridades, por lo que garantiza la libertad personal de todo ciudadano.
Represión a la libertad de expresión en Cuba
Históricamente, el Gobierno cubano se ha caracterizado por la intolerancia hacia posturas disidentes, a tono con el hecho de que la Constitución solo establece la existencia de un solo partido político, el Partido Comunista.
A lo largo de las últimas cinco décadas, órganos represores de la Seguridad del Estado han apresado, golpeado y hostigado a miles de activistas y opositores por manifestarse pacíficamente contra medidas del Gobierno o por la libertad de los presos políticos.
Desde que Díaz-Canel asumió el poder, las detenciones arbitrarias contra opositores cubanos experimentaron un descenso considerable, según datos de la disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
De acuerdo con esa organización, el pasado mes de junio fueron arrestadas 122 personas por motivos políticos, apenas un tercio de la cifra registrada durante el mismo periodo del año anterior.
El sábado, cuando los diputados cubanos debatían el anteproyecto de la Carta Magna, un grupo de jóvenes artistas fueron arrestados en las calles de La Habana por realizar un performance contra el Decreto 349, que regula la política cultural del país, dejando un estrecho camino para quienes desean hacer arte independiente.
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