Desde el 2003, el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria subvencionó a Cuba para que pudiera comprar medicamentos y reactivos para las pruebas de laboratorio, y también alimentos para los seropositivos.
Sin embargo, tras el anuncio de la retirada de la subvención los afectados temen no poder continuar sus tratamientos correctamente.
En recientes declaraciones a Cubanet, uno de los afectados ha comentado que ya arrastran problemas en el suministro de los medicamentos y cree que a partir de ahora es posible que las carencias vayan a más.
Mientras tanto, autoridades del ministerio de Salud Pública han explicado que la retirada de la subvención ha sido como una especie de privilegio para Cuba, ideal para “transitar de la cooperación externa hacia la sostenibilidad nacional”, lo que convertirá a la Isla en el primer país de América Latina que iniciará ese proceso de autoabastecimiento.
Sin embargo, los seropositivos tienen miedo, y lo tienen porque su vida es la que está en juego y no creen que la Isla pueda asumir a cabalidad el tratamiento para los más de 23 mil seropositivos que están diagnosticados actualmente en Cuba.
Entre los planes de las autoridades sanitarias cubanas está continuar desarrollando la producción nacional de algunos medicamentos. Sin embargo, tales propósitos chocan con las reiteradas carencias que se han reportado en los últimos dos años en este sector a nivel nacional y con una amplia gama de medicamentos.
En el caso del suministro de medicamentos a seropositivos, desde 2016 ya se han reportado algunas irregularidades, incluso, entre los producidos por la industria nacional.
La desconexión del Fondo Mundial será progresivo, en 2020 será que Cuba deberá asumir por sí misma todo el coste de los tratamientos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: