Una Unidad Empresarial de Base (UEB) de Florida, Camagüey, ha sido escenario del despido de tres de sus responsables y la amonestación pública de otro jefe.
Se les acusa de recibir casi 47 quintales de tomates comprometidos con un campesino de la zona, hacerle la factura, pero olvidar meterla en el sistema de contabilidad debido a una pega burocrática (faltaba un contrato), lo que impidió hacer luego el abono del importe.
Para tapar su error dieron largas con el pago de cerca de 5.000 pesos diciendo que no podían pagar porque "estaba fuera de término". La solución era que el campesino se quedara sin su dinero.
José Miguel Viamontes es un pequeño agricultor de la Unidad Básica de Producción Cooperativa El Vaquerito, de Pueblo Nuevo, en el municipio camagüeyano de Florida. En marzo pasado entregó los 46,80 quintales de tomate, valorados en 5.023,98 pesos cubanos a la UEB de Florida.
Tres meses después seguía sin cobrar su dinero y en la empresa estatal le decían que no podían abonarlo porque no existía un contrato de compraventa entre la IUnidad Empresarial y la cooperativa.
Antes de dar por perdido el dinero, Viamontes contó su caso al diario Juventud Rebelde. La investigación de lo ocurrido se ha saldado con los despidos del director de la UEB, Juan Martínez Martínez; del técnico de Acopio, Luis M. Gaínza Juvier; y del encargado del almacén, Gilberto Cambell Pérez. Además se procedió a amonestar públicamente a Yusimil Bayola Abreu, técnico en Gestión Económica.
El pasado 19 de julio, finalmente José Miguel Viamontes cobró su cheque de 5.000 pesos.
"Casos como el mío no deberían haber llegado a esa instancia para tener un final feliz, ya que la producción, acopio y el comercio de viandas y hortalizas es una prioridad de la máxima dirección del país", dijo Viamontes.
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