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Resulta asombroso conocer que Cuba carecía de normas jurídicas que regularan la actividad geológica, su estudio y el aprovechamiento eficiente de los recursos minerales, hasta la aprobación de siete legislaciones, contenidas en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 41 del 16 de agosto de 2018 y anunciadas como algo sin precedentes en el país.
En realidad la Política de Geología cubana había sido aprobada por el Consejo de Ministros desde el 1ro de marzo de 2014, con el fin de generar y ofrecer sistemáticamente el conocimiento geológico de la Isla–informa un artículo de Juventud Rebelde –, pero era necesario instrumentarla legalmente a través de disposiciones con jerarquía suficiente para darle fuerza y carácter nacional, y no fue hasta ahora que finalmente se establecieron.
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Se trata del Decreto No. 345 de 2018 que estipula los principios en los cuales se basan el Servicio Geológico y el funcionamiento de la investigación dentro de esta ciencia en Cuba, y de cinco resoluciones del Ministerio de Energía y Minas (Minem): las 124, 125.126,127 y 128 y una del Ministerio de Finanzas Precios (MFP), la 228, que garantizan la aplicación de dichos principios.
Para aclarar cómo puede beneficiar a la población la implementación de estas disposiciones legales, Enrique Castellanos Abella, director de Geología del Ministerio de Energía y Minas, expresó a la prensa oficialista que las investigaciones geológicas posibilitarán identificar y ubicar las materias primas que las minindustrias locales de materiales de la construcción necesitan, para producir estos insumos tan demandados en la construcción y reparación de viviendas, así como determinar los lugares más idóneos para el asentamiento de estas pequeñas fábricas.
El artículo de Granma que anunció el nuevo marco legal para la rama en Cuba, aclara también que el estudio de esta ciencia, hará posible identificar, cuantificar y evaluar los recursos minerales existentes en el país, los cuales forman parte ahora del patrimonio nacional.
Abella explicó que sin los trabajos investigativos que se están llevando a cabo, no se podría realizar la micro zonación sísmica necesaria para precisar los niveles de peligro de ocurrencia de temblores y terremotos, así como la propagación y alcance de las ondas de estos eventos telúricos. Alegó además que de las investigaciones en este campo depende la precisión de los mapas geológicos, indispensables para estudiar la vulnerabilidad, el riesgo y los peligros existentes y a partir de este conocimiento, atenuar los efectos del cambio climático en la Isla.
El citado Decreto No. 345 dispone además que la Geología está reglamentada por un Manual de Instrucciones dispuesto por el Minem en la Resolución 124; que debe regirse por el Programa de desarrollo a mediano y largo plazo, que a su vez responde al establecido para el desarrollo económico y social del país.
Este cuerpo legal también define los principales aspectos de los mapas geológicos de Cuba; pauta la estrategia de los estudios de esta actividad relacionados con los recursos minerales; dispone la creación del Consejo Nacional de Geología, compuesto por 12 organismos y entidades nacionales, cuyo reglamento es puesto en vigor por la Resolución 126; el cual tiene como finalidad coordinar los estudios aplicados de esta ciencia en el país.
Para quienes explotan recursos minerales se establece que deben aportar una tasa de resarcimiento por las labores desarrolladas (Resolución No. 229 del MFP).
Estas disposiciones legales para la Geología, rama poco conocida en Cuba y sobre la cual hay que alfabetizar a la población, se unen a la abrumadora avalancha legislativa desatada por el Gobierno cubano en julio y lo que va de agosto de 2018 a la cual, para colmo, se sumó el proyecto de Constitución de la República y su proceso de revisión. Es como para no dar tiempo ni a pensar, ni a revisar, ni a cuestionar.
En solo dos meses se han publicado cuatro gacetas oficiales extraordinarias cuyo contenido impacta directamente en la población: la No.35 con el paquete legislativo de 20 normas que rigen el trabajo por cuenta propia; la No. 37, que regula la compraventa, donación y permuta en las zonas de alta significación turística; la No. 39 contentiva de las modificaciones para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo y la actual No. 41.
Mas para poner un grano de arena en pos del conocimiento de la Geología, hay que aclarar que es la ciencia que estudia la tierra, su estructura interna, composición (los materiales que la integran, las características químicas de estos y su distribución); además de los procesos que la han hecho evolucionar a través del tiempo.
Dominarla es fundamental para la minería (exploración de yacimientos minerales y de hidrocarburos como el petróleo, gas natural y otros) y la prevención de desastres naturales, sin contar que ofrece conocimientos vitales para solucionar problemas de contaminación del medio ambiente y aporta información en la evaluación de recursos hídricos subterráneos.
Su papel es igualmente esencial en la geotecnia, rama de la Geología que estudia el suelo y las rocas situadas debajo de la superficie para conocer sus propiedades ingenieriles y diseñar los cimientos de estructuras como edificios, puentes, etcétera.
Así que, como puede verse, aun cuando ha demorado, el establecimiento de las normas jurídicas que rigen la Geología en la Isla constituyen un importante paso en favor del uso racional del patrimonio geológico, sobre lo cual esperemos que el gobierno dé cuenta al pueblo.
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