El pan está en boca de los cubanos desde hace semanas, y no tanto por su consumo sino justamente por su ausencia.
El déficit de un alimento como el pan, básico en cualquier mesa de cualquier país del mundo, se ha convertido en tema de debate y preocupación del día a día de los residentes en Cuba.
Como es usual, rápidamente los cubanos han echado mano del humor para reírse de sus desgracias, y la escasez de pan ha acabado generando una lluvia de memes en las redes sociales.
La tumba de Fidel Castro convertida en un pan gigante, Mariela Castro comiendo con gran apetito un pan en vez de una langosta, Raúl Castro espolvoreando pan al estilo Salt Bae, son algunos de los más sobresalientes.
No han faltado tampoco los que han integrado el "pan", devenido casi en un producto sagrado, en medio de icónicos monumentos, como el Che Guevara de la Plaza de la Revolución o la escultura de Antonio Maceo en Santiago de Cuba.
Devenido en objeto de culto, el pan no se ha visto multiplicado en las panaderías pero sí en el ingenio de los cubanos.
La crisis en la venta liberada de pan se ha registrado a lo largo de todo el país en las últimas semanas. Largas colas, un desabastecimiento en aumento y una producción en cantidades inferiores a las acostumbradas que se prolongará como mínimo hasta el mes de enero.
La situación estaría asociada a varios factores, entre ellos el más importante sería la falta de harina, que se evidenció primeramente en varios territorios del interior del país, como Camagüey, Sancti Spíritus o Villa Clara.
Desde hace varias semanas, diferentes provincias cubanas, entre ellas La Habana, vienen aludiendo a la escasa disponibilidad de harina de trigo en los almacenes, lo que fue repercutiendo en la progresiva disminución en la venta de pan liberado.
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