En los últimos días ha aumentado el número de cuestionamientos y denuncias con motivo de la flagrante violación que ha cometido el gobierno cubano al impedirles el voto a aquellos connacionales que residen en otro país sin haber perdido su residencia en la isla.
En sus comparecencias públicas algunos funcionarios del ministerio de relaciones exteriores de Cuba, sin ningún tipo de comedimiento o inferencia de culpa, se han referido a la habilitación de 122 colegios electorales en las embajadas cubanas radicadas en otras naciones, pero en los que solo el personal diplomático o aquellos profesionales que presten servicios con autorización oficial del gobierno pueden ejercer su derecho.
El propio ministro de relaciones exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, informó mediante su cuenta de Twitter sobre el inicio del proceso: “Ya se desarrolla con éxito la votación en el exterior del referendo constitucional hasta el 17 de febrero. Se vota por la nueva Constitución que garantiza, protege y defiende el futuro de Cuba revolucionaria y socialista y la felicidad de los cubanos. Yo voto Sí. Nosotros votamos Sí” escribió el canciller sin darse por enterado de los reclamos de esa parte del electorado que por disímiles razones se encontrará fuera de Cuba el próximo 24 de febrero, cuando se someta a consulta popular la polémica propuesta constitucional.
Ante la negativa del gobierno para que esos cubanos puedan ejercer su derecho no han faltado las denuncias en las distintas redes sociales. Las críticas parten de argumentos tan elementales como el derecho de todo cubano a decidir sobre el destino de su país, mientras que otros llegan a señalar cómo el régimen violenta la legislación vigente.
“¿Hasta dónde van a llegar?, son unos tramposos capaces de pisotear sus propias leyes cuando les viene en ganas”, comentó un cubano radicado en España a través de su cuenta de Facebook, a la vez que reprodujo el artículo 132 de la vigente carta magna donde se consigna:
‘Tienen derecho al voto todos los cubanos, hombres y mujeres, mayores de dieciséis años de edad, excepto:
1. los incapacitados mentales, previa declaración judicial de su incapacidad
2. los inhabilitados judicialmente por causa de delito.’
“Mi gente, nosotros no somos incapacitados ni criminales. No dejemos que se salgan con la suya, tenemos derecho a votar”, añadió otro usuario debajo del mencionado post.
Otros, por su parte, se han referido a las incongruencias e injusticias de la política exterior de la isla para con los propios cubanos que actualmente residen en distintos países del orbe.
“Mientras que los extranjeros pueden invertir en Cuba, yo no puedo invertir ni un dólar en la tierra que me vio nacer. El mismo gobierno que nos exige un pasaporte cubano para entrar nos impide votar por la ley suprema de nuestro país. Cuba no es de ustedes sino de todos los cubanos. Algún día pagarán tanta injusticia, porque no hay mal que dure 100 años”, refería otro comentario en Facebook.
El aluvión de cuestionamientos llegó por igual al sitio web gubernamental Cubadebate donde varios internautas consideran cuando menos injusta la privación de un derecho básico de cualquier cubano.
“Si debo regirme por las leyes de nuestro país dentro de Cuba porque soy cubano. Si no puedo hacer uso de otra nacionalidad dentro de Cuba porque soy cubano, y muchas otras cosas más porque soy cubano, ¿por qué no puedo dar mi voto a Cuba si soy y me siento cubano?”, cuestionó uno de los foristas debajo del artículo “Cubanos que cumplen misión en el exterior votan por la nueva Constitución” publicado este 16 de febrero en la mencionada plataforma del gobierno.
Varios comentaristas formularon preguntas similares: ¿Y los que vivimos fuera de Cuba? ¿Acaso no somos cubanos?, ¿acaso no tenemos un carné de identidad y un pasaporte?, ¿no es la misma Constitución la que dice que por derecho propio somos cubanos aquellos que nacimos en la isla?, escribió alguien que firmó como Juan Carlos.
Otros comentarios compararon, incluso, el proceder de gobiernos cercanos al régimen de la isla como es el caso de Bolivia y Venezuela, países que sí le ofrecen la posibilidad de votar a sus ciudadanos, con independencia del lugar donde estos residan.
Según algunos criterios el gobierno ha bloqueado ese derecho desde la suposición de que entre la masa de cubanos emigrados o que actualmente se encuentran fuera de Cuba la tendencia a votar por el No registraría altos niveles, algo que podría perjudicar el monolítico resultado que el régimen espera obtener en la consulta.
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