Vecinos de la barriada suburbana de Santa María, en el Consejo Popular Rubén López Sabariego, en Guantánamo, se quejan de la fetidez y la presencia de peces muertos en el río Guaso, al noroeste de la capital guantanamera. Las autoridades lo achacan a una plaga de Jacinto de Agua.
Caridad Cuello Reyes, una vecina de la zona, ha asegurado al diario local Venceremos que "sus cuatro nietos debutaron con problemas respiratorios y alérgicos después que el fastidioso mal olor de las aguas se adueñara de los alrededores", incuidos los complejos turísticos Santa María, Hanoi y Bayatiquirí.
Aunque el problema se plantea en todas las reuniones de rendición de cuentas, no se soluciona. Según les han explicado especialistas de Medio Ambiente, el Jacinto de Agua se ha convertido en la especie acuática invasora con mayor peligro en la biodiversidad del río Guaso, incuido en las 11 cuencas hidrográficas de mayor interés en Cuba. Es, de hecho, una de las 100 especies invasoras más peligrosas del planeta.
Esto se debe añanden, a que la plaga va a más con la disminución del cauce del río, debido a la sequía y al aumento de la contaminación procedente de vertidos urbanos, agrícolas e industriales.
En esencia, el Jacinto modifica el hábitat, baja la temperatura y el nivel de oxígeno en las aguas, provocando la muerte de peces. De esta forma, la materia orgánica que se deposita en el fondo del río avanza en su putrefacción provocando los olores desagradables de los que se quejan los vecinos.
Pese a que estos sospechan que también se están produciendo vertidos desde el central Argeo Martínez, los expertos de Medio Ambiente niegan la mayor y dicen que en ese caso, el agua se tornaría rojiza.
Los vecinos denuncian que desde que empezó la zafra tienen tupiciones constantes en sus casas y se ven obligados a abrir zanjas para dar salida a las aguas albañales.
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