Residentes del populoso barrio habanero de El Vedado mostraron su inconformidad en los últimos días ante la tala de un cedro emblemático por una empresa estatal.
El desacuerdo del grupo de vecinos fue reflejado por el periódico oficialista Juventud Rebelde, el cual recogió la denuncia de Julio Jesús Cubría Peregino, quien reside en la calle 21 entre F y G, en esa barriada del municipio Plaza de la Revolución.
“Ese árbol está ubicado en el área de un edificio, rodeado por un pequeño muro. Sus ramas no dañaban ningún cable eléctrico o telefónico. Sin que tenga plena seguridad pienso que lo cortaron porque es cedro, madera preciosa. Y la acción pudo haber sido concebida con el propósito de comerciar la madera”, dijo Cubría en su misiva, no sin antes narrar la historia relacionada con el árbol.
El denunciante plasmó en su carta la ineficacia de las autoridades cubanas, cómplices de este acto, cometido por la empresa estatal Aurora, encargada de la higiene comunal.
“Algunos vecinos fuimos a distintos lugares con el fin de denunciar el hecho. Y, finalmente, enviamos por escrito a la Empresa Aurora nuestro malestar por lo sucedido, pidiendo explicaciones. Pero hasta estos momentos no se han pronunciado al respecto”, continuó.
Asimismo, agregó que el objetivo de esta denuncia pública es que se les escuche y mover la sensibilidad de un gobierno que se hace sordo y mudo ante los reclamos de sus ciudadanos.
“Ponemos en conocimiento de ustedes lo sucedido, porque tal vez de esta forma los responsables se sientan motivados a dar una explicación y eviten que situaciones como esta se puedan presentar en el futuro”, sentenció.
El cedro fue sembrado en 1958 por un joven de apenas 20 años en una tinaja, en la terraza de su casa. El muchacho, que era vecino de esa barriada, fue asesinado junto a otros tres compañeros por militares del dictador Fulgencio Batista. Como homenaje a él, residentes de esa zona lo plantaron en 1959 en el lugar donde permaneció hasta su reciente tala.
La tala desmedida e indiscriminada de árboles en Cuba es una actividad que ya roza lo cotidiano.
Un inaudito hecho relacionado con este tema se dio en septiembre de 2022 en Ciego de Ávila, cuando en plena campaña gubernamental para lograr la aprobación del Código de Familia, fueron talados varios árboles aledaños al cine Carmen de la capital avileña con el fin de pintar un mural en defensa de esa ley.
En esa oportunidad, el oficialista periódico Invasor publicó el desacuerdo de la población con esta medida y dijo que “cortar los árboles que rodeaban al cine Carmen, en la ciudad cabecera, ha levantado más de una opinión contraria acerca de la pertinencia de cortar en lugar de podar”.
También, en abril de este año, un urbanista pidió explicaciones a las autoridades por la tala de un árbol de casi 50 años en la ciudad de Bayamo, en la provincia Granma.
“Me gustaría soñar que se hiciera una reunión extraordinaria en el Consejo de la Administración de la ciudad para analizar a los responsables por el corte de un árbol que crecía libre hace casi 50 años, y que ahora -en vez de una poda de unas ramas para proteger el tendido eléctrico- fue cortado definitivamente”, dijo José Zayas en Facebook.
El árbol, que fue cortado desde la misma base del tronco, ofrecía su sombra a trabajadores y clientes de una sucursal del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) de Bayamo, ubicada en la calle Amado Estévez del reparto Jesús Menéndez.
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