Nicolás Maduro reiteró el lunes que se aplicará un plan de 30 días de "administración de cargas paulatinas", en alusión a la situación con el suministro eléctrico que vive el país.
Así lo aseguró en un mensaje transmitido en la televisión estatal, en el que dijo que Venezuela se encuentra en una "situación de emergencia".
"Está en pleno desarrollo un golpe de estado eléctrico. Pretenden quitarle la electricidad y al agua al país para llevarlo a un estado de desesperación y violencia entre venezolanos", afirmó.
El dirigente chavista habló de proporcionar un suministro "estable" y "permanente" en todo el territorio venezolano, aunque no especificó los detalles de su plan de racionamiento.
Desde el inicio de los apagones Maduro ha defendido que es el Gobierno de Estados Unidos el que está detrás de los problemas eléctricos del país, una tesis que no apoyan los expertos, para quienes los cortes de luz se deben al deterioro en la infraestructura tras años de falta de inversión en el sector.
En las últimas horas Maduro indicó que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) fue penetrado por "un virus desde Houston y Chicago". Sin embargo, el pasado 28 de marzo presentó una versión distinta y explicó que el sistema de suministro eléctrico fue atacado con un fusil.
El régimen chavista, por su parte, no ha aportado hasta el momento pruebas de estos presuntos ataques de Washington.
Este lunes cientos de venezolanos protestaron en varios distritos de Caracas y el resto del país contra las persistentes fallas del suministro de electricidad y de agua.
En la ciudad industrial de Valencia, a unos 150 kilómetros al suroeste de Caracas, se registraron manifestaciones después de que los clientes sumaran más de 50 horas sin el servicio de energía.
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