El Departamento de Estado de EE.UU. ha confirmado que tres jóvenes cubanos que ingresaron ilegalmente a la Base Naval de Guantánamo ―en el pasado mes de febrero― fueron devueltos a Cuba.
En declaraciones a Radio Televisión Martí de un portavoz del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, se ha precisado que los jóvenes fueron repatriados "bajo los términos de la Declaración Conjunta de mayo de 1995 entre Cuba y Estados Unidos".
Aunque la cancillería no identificó a los jóvenes, se conocen sus nombres a través del testimonio que han venido brindando al citado medio las familias, que han manifestado su preocupación por la proximidad del juicio.
Dos de los tres encausados, Rafael Badari Sánchez Ruiz y Danner Manuel Estrada Gorra, serán juzgados por una “corte militar” bajo el cargo de “desobediencia”.
Según lo declarado por el abogado Alberto Méndez-Castelló a Radio Martí, “las leyes cubanas contemplan que los civiles que hayan cometido un delito en predios militares sean juzgados en una corte marcial”.
Se estima que el juicio podría ser la próxima semana y el abogado contaría con apenas tres días hábiles para preparar el caso.
Permanecen encarcelados en la prisión Combinado Sur de Guantánamo junto a otros 12 jóvenes que intentaron también llegar a la Base Naval de Guantánamo tras un rumor que se extendió en las redes sociales a finales de febrero.
Según la falsa información, el presidente Trump había enviado un barco a la Base para acoger a los cubanos que decidieran abandonar el país.
Varios familiares de los implicados se han quejado sobre la actitud del Gobierno cubano, que todavía no ha desmentido el bulo y que no hizo nada en el momento por evitar que se extendiera el rumor.
Los dos jóvenes cubanos que serán juzgados en una corte militar fueron devueltos a territorio cubano 15 días después de entrar a la Base.
En días atrás, los familiares se quejaron de que las autoridades de la Isla nunca les informaron sobre el estado de salud de los afectados, hasta el punto de dudar, incluso, de que estuvieran vivos.
Durante el reencuentro con sus familiares tras ser repatriados, que tuvo lugar en las oficinas de Operaciones de la Seguridad del Estado en Guantánamo, los jóvenes tenían la cabeza baja como si les estuvieran impidiendo explicar cómo fueron las cosas.
Las autoridades estadounidenses entregaron a los jóvenes un salvoconducto y una muda de ropa, pero los guardafronteras cubanos les habrían quemado la ropa y les quitaron el salvoconducto, que decía que eran entregados “en perfecto estado de salud”, y que al llegar a territorio cubano “debían ser liberados”.
Junto a los dos jóvenes que ingresaron a la Base Naval, fueron arrestados por intento de “salida ilegal” del país otros 12 cubanos: 8 de Cienfuegos, 2 de Holguín y 2 de Guantánamo.
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