En plena escasez de alimentos en Cuba se pudren los pollos en una tienda estatal en La Habana, denunció una ciudadana en las redes sociales.
"En 11 y 4 hay pollo... ¡Pudriéndose! Apesta toda la tienda (...)", afirmó Raquel Carrera.
Las imágenes compartidas en esta queja pública muestran las bolsas de pollo conservadas en un refrigerador abierto, sin ninguna congelación; cajas sueltas justo al lado y –como ella explica– "empleados hacen chistes sentados sobre el mostrador de la caja. Grosería y arbitrariedad son un plus. Lo normal".
Desde hace un mes las autoridades insisten en topar los precios a los servicios y productos ofrecidos por particulares, pero en el sector estatal no ponen coto a lo ofrecido a la población que no se ajusta a los salarios en Cuba, incluso después de la anunciada subida en el sector presupuestado.
"En las tiendas del Estado en Cuba los precios son de Londres (para salarios de Haití), dan asco como en ningún rincón del mundo y maltratan al cliente rayando en el sadismo", agrega esta cubana quien confiesa que está agotada de "postear más de lo mismo, pero: ¿Quién controla esto? ¿Dónde me quejo? ¿Me puedo quejar?".
Entre los comentarios, los usuarios le piden que "hay que denunciar denunciar denunciar lo mal hecho, el abuso, las arbitrariedades, no tenemos derecho a agotarnos", "vergüenza y pena, nuestro país con su Gobierno y régimen" o "qué vergüenza. Es una cadena de desorganización y caos".
Algunos cubanos señalan que la misma situación se repite en otras tiendas de la capital como la de Línea y 12 o en la de Zanja e Infanta que "huele fatal y no creo que sea culpa de los trabajadores al igual que el Mercado de Carlos lll", especifica Arianny Suarez Buffill.
Por su parte, Sandra Contreras Tablada señala que "eso está así hace mucho tiempo, es una reiteración de malos olores, dependientes groseros, neveras sucias y con una peste insoportable por no hablar de la repitencia (sic) de un mismo producto para no dar la imagen de desolación en los mercados, pisos rotos, sucios".
Carrera, la joven que compartió esas imágenes, apuntó que "denunciamos entre nosotros, en canales horizontales. Arriba es otro mundo, donde todo está bien y se felicitan mutuamente en el Noticiero".
"Si reaccionan a nuestras denuncias es para llamarnos alborotadores y mercenarios. La mayoría no quiere "cambiar lo que debe ser cambiado", está dura la jugada", escribió en referencia a la frase del fallecido dictador Fidel Castro.
Mientras en las provincias se movilizan solo contra el incipiente sector privado, que apenas supera los 600 mil trabajadores, con los precios topados, denuncias ciudadanas e inspecciones; el sector estatal continúa sin tener medidas concretas para los altos precios.
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