El dirigente cubano Miguel Díaz-Canel inauguró este sábado el hotel Meliá Internacional de Varadero en medio de la crisis energética que vive Cuba.
En el acto estuvo presente el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, quien presumió que el acto inaugural era "una demostración" de que en el país no cunde "el desconcierto ni la improvisación". "El país seguirá vivo, funcionando y desarrollándose", afirmó en declaraciones recogidas por la prensa oficialista.
"El Internacional de Varadero —subrayó— hereda la historia y cultura de su predecesor; su nueva ubicación protege la duna de playa, garantiza su sostenibilidad, la protección del medio ambiente, y lo hace amigable con la naturaleza. Ha sido dotado de la más alta tecnología y con todas las facilidades que garantizan multiplicidad de servicios que lo avalan como un hotel excepcional de alto estándar", añadió ante la presencia de directivos de instituciones del país, embajadores, representantes de cadenas hoteleras, inversionistas, constructores y trabajadores del turismo.
Estas declaraciones se producen mientras los cubanos temen una vuelta a la crisis de los años 90 y desde hace días se han visto autobuses desbordados y largas colas para comprar combustible en las gasolineras.
Sin embargo Díaz-Canel, al igual que todos los miembros del gobierno cubano, hablan de una situación "coyuntural".
Este sábado llegó a la Isla arribó al puerto de Cienfuegos el tanquero venezolano "Manuela Sáenz" con el suministro de combustible que esperaba el gobierno.
Sin embargo horas antes, el mandatario cubano advirtió que Cuba no volvería a una "situación normal" en el corto plazo, ni con la llegada del combustible.
El hotel Meliá Internacional de Varadero abrió sus puertas al público el pasado mes de febrero.
Las autoridades del Turismo en la Isla llevaban meses anunciando que a finales de 2018 estrenarían el lujoso recinto hotelero, pero no se cumplieron estos plazos por "falta de suministros vitales".
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