El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró el lunes en una reunión ministerial que es “muy perverso” decir que la economía de la isla es mala.
De igual modo, aseveró que el tema económico estaba siendo objeto de ataques desde la manipulación mediática sobre el país que, a juicio suyo, se empeña en deslucir el trabajo de su administración.
Según Díaz-Canel los “enemigos” están tejiendo “una matriz de opinión que va buscando indicar que la gestión del gobierno cubano, que la gestión dentro de las condiciones del socialismo, no puede conducir al desarrollo del país”.
“Otros que tienen más y disponen de más, no son capaces de hacer una redistribución de las riquezas que permita tener las conquistas sociales que tiene hoy Cuba”, dijo, de acuerdo con el sitio oficial de la presidencia.
“Porque esa economía ineficiente, que es casi una economía de guerra, resistiendo bloqueo y sanciones semanales, logra mantener, en materia de justicia social y desarrollo social, lo que casi nadie en el mundo ha logrado para todos”, agregó sin referir los menoscabos que cada vez se hacen más patentes en centros educacionales y de salud.
La intervención del gobernante se produjo durante la reunión de trabajo anual del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), donde pidió “pensar la economía del país”
“Necesitamos que ustedes propicien una conducción de la economía totalmente innovadora, que se piense la economía del país y, en función de ese pensamiento, se hagan las propuestas de los caminos a seguir”, indicó.
También recomendó que los funcionarios del sector económico establecieran alianzas con las universidades, con los centros de investigación y con la experiencia de las entidades empresariales y de los organismos de la Administración Central del Estado.
Díaz-Canel dijo que se debía atender la centralización y la descentralización de los procesos económicos-financieros, para identificar dónde tenían que centralizar realmente y por qué; y dónde hay que descentralizar y por qué, como forma de evitar “trabas”.
A pesar de que no son pocos los que piensan que la economía cubana es un desastre con todas las letras, el gobernante de la isla destacó el mérito de su administración para mantener a los cubanos alimentados con arroz, un grano que además ha tenido su temporada de escasez recientemente.
Para Díaz-Canel, cuando se analiza una importación de arroz, se piensa en once millones de personas.
“Esas realidades son tan cotidianas, que a veces no nos damos cuenta de cómo las sostenemos y cómo debemos continuar defendiéndolas”, añadió.
Durante la reunión igualmente intervino el viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, quien insistió en que era necesario “potenciar la empresa estatal socialista” para la economía del país.
Cuba vive hoy una crisis marcada por las sanciones de Washington contra el régimen cubano y el de Nicolás Maduro. Mientras el gobierno de Díaz-Canel apela a la “resistencia” del pueblo en el archipiélago, los mercados amanecen diariamente desabastecidos de alimentos y otra larga lista de productos básicos.
Escasea además el gas licuado y los medicamentos, por mencionar algunas de las carencias a las que se someten los cubanos hoy día, cuya responsabilidad se atribuye regularmente a una mala labor gubernamental, en un país donde los cargos más altos son inamovibles y seleccionados por la misma cúpula del poder.
Los cubanos perciben un salario medio de aproximadamente 40 dólares mensuales. Una encuesta determinó que un porciento ínfimo de entrevistados determinó que el sueldo les alcanzaba para vivir dignamente. A su vez, algunos cubanos han denunciado que viven en condiciones de pobreza extrema.
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