El jefe de los médicos cubanos en Andorra, Luis Enrique Pérez Ulloa, dijo a un medio local que los especialistas de la salud están dispuestos a regresar a ese país europeo si hay un repunte de coronavirus.
Los médicos están "plenamente dispuestos a volver a ofrecer ayuda solidaria. En Cuba hay miles de profesionales que están capacitados para cumplir con esta tarea en cualquier rincón del mundo. Tanto las autoridades sanitarias del SAAS (Servicio Andorrano de Atención Sanitaria) como el gobierno nos han comunicado que en caso de un rebrote existiría la posibilidad de volver a solicitar la ayuda de la brigada médica cubana", dijo Pérez al Diario de Andorra.
A inicios de julio regresaron a Cuba los últimos galenos que estaban en ese país para atender a los pacientes con COVID-19. El gobernante designado Miguel Díaz-Canel envió en marzo a 39 especialistas a esa pequeña nación europea entre España y Francia.
El jefe de la brigada agregó que de regresar lo haría "gran parte" de ese personal porque "es un escenario que ya conocemos y hemos hecho una estrecha relación de trabajo con los profesionales sanitarios".
Varias personas comentaron en el citado medio que la contratación de médicos cubanos le costó a Andorra un conflicto diplomático con Estados Unidos y también agradecieron la ayuda.
"No es necesario que vuelvan nunca más, creo que las consecuencias a nivel diplomático aún están por llegar", "nadie critica la labor médica en sí... pero el problema es de derechos humanos, no se ha de traficar con seres humanos a cambio de dinero, se utiliza la propaganda de la solidaridad y el humanismo para que un gobierno comunista facture miles de millones de dólares a costa de la explotación de personas" y "seguro que vendrían muchas veces, si aquí han vivido como nunca habían vivido y comiendo caliente cada día", opinaron.
En Andorra hay 855 casos confirmados de COVID-19, de los cuales la mayoría ya fue dado de alta (803) y lamentablemente fallecieron 52 personas, según los datos publicados por la Universidad Johns Hopkins hasta el cierre de esta noticia.
Una primera parte de esa brigada volvió a Cuba en mayo, salvo dos especialistas que se quedaron en Europa y son considerados por el régimen de la isla como "desertores", lo que implica que no pueden entrar al país en al menos cinco años.
El padre de Dariel Romero, un anestesista cubano que se quedó en Europa, lo llamó traidor. "Lamento profundamente lo sucedido con mi hijo. No tengo palabras para expresar el bochorno tan grande que he sentido al enterarme de tan difícil noticia, de su abandono de la misión médica, de su traición. No tengo otra palabra con la que calificar este hecho", escribió Luis Alberto Romero García en una carta.
También se quedó una enfermera para solicitar asilo político en España, según los medios locales de Andorra.
El Gobierno de Cuba no suele divulgar cuánto cobra por la exportación de servicios médicos a otros países y en el caso de Andorra solo trascendió que los gastos de los galenos isleños serían cubiertos por la familia Sirk.
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