La activista y colaboradora de CiberCuba Iliana Hernández, liberada por la Seguridad del Estado en horas de la noche del miércoles, advirtió que su diálogo con los represores durante su arresto le demostró que en el gobierno cubano hay un fuerte miedo a que la gente salga a la calle a reclamar sus derechos.
“Familia, a todos los cubanos que me están viendo, tienen miedo, ellos son los que tienen miedo, y no nosotros. Hoy me di cuenta de eso”, comentó Iliana durante una transmisión en directo en la que se refirió a lo ocurrido durante las horas que estuvo detenida.
Hernández partió de denunciar que una vez más le estropearon la tarjeta SIM de su teléfono, lo que lleva a no creer en esa disposición al “diálogo” que aparentaron en buena parte del tiempo que estuvo secuestrada.
Según afirmó intentaron hacerse "los buenos", le dijeron que no querían detenerla más en la calle, que cuando quiera contarles algo les avise. Sin embargo, pocas horas después le entregaron su bolso con un alfiler en el teléfono y la tarjeta SIM bloqueada.
“Ustedes hicieron igual que el viceministro de cultura, que no pasaron 24 horas y rompieron los acuerdos”, dijo, en referencia la reunión de funcionarios del Gobierno con una treintena de intelectuales, ocurrida el 27 de noviembre, que no ha dado los resultados esperados hasta el momento.
“Gasten recursos, deténganme, háganme vigilancia y todas esas cosas”, afirmó IIiana, quien añadió que este jueves volverá a salir, esta vez a Etecsa a comprarse otra tarjeta.
“Va a llegar un momento en que la misma gente se canse de todos los abusos de ustedes hacia mí o hacia cualquier persona que piense diferente, y van a salir para la calle”, precisó. La activista insistió en que “tienen mucho miedo y por eso ponen todas las difamaciones en la televisión cubana”.
“Recuerden una cosa, yo no estoy luchando para ser presidenta de Cuba, yo estoy luchando para que otros cubanos dignos, que lo merezcan, puedan ser presidentes, y que quieran un país próspero, sin comunismo y sin dictadura”, subrayó.
Sobre el diálogo que mantuvo con la teniente coronel Kenia, comenta que esta puso en duda que hubiera hecho huelga de hambre y se atrevió, incluso, a dudar de la valentía de los huelguistas de San Isidro.
La represora comentó a Iliana que "ella seguirá defendiendo la Revolución y que si tiene que subir para la Sierra, ella sube para la Sierra”, a lo que Iliana Hernández le habría ripostado que no hay por qué matar a otros cubanos; y le propuso otro plan: “Vamos a competir en las urnas, no hace falta que subas a la Sierra, competimos en las urnas y que elija el pueblo”.
“No son capaces de medirse en igualdad de condiciones en las urnas, quieren mantener el poder a la fuerza y tienen que seguir a la fuerza”, concluyó la activista, quien recalcó que ella no tiene ningún miedo al Gobierno y que hay que tener mucho valor para oponerse al régimen.
Iliana Hernández también comentó la preocupación y el nerviosismo que tienen acerca del encuentro que ella tuvo con el diplomático norteamericano, Timothy Zúñiga Brown, a lo que ella habría contestado: “A mí no me manda Tim ni nadie, la que manda soy yo”.
La activista defendió el apoyo recibido de Timothy Zúñiga Brown, que califica de "apoyo moral y diplomático, apoyo por las violaciones que nos hacen ustedes a nosotros”, insistió.
Este 2 de diciembre, Día de las Fuerzas Armadas, el Gobierno cubano mantuvo un especial acoso contra los activistas vinculados con el Movimiento San Isidro (MSI). Iliana Hernández fue detenida cuando salía de su domicilio en La Habana.
A lo largo del día, denuncias en las redes sociales dieron cuenta de la vigilancia, la persecución y el hostigamiento de los que fueron víctimas tanto los integrantes del MSI como otros representantes de la sociedad civil que son muy activos en sus críticas hacia régimen cubano.
Unas pocas horas después de haber sido liberado el martes, el artista Luis Manuel Otero Alcántara volvió ser detenido en la mañana del miércoles a la salida de la vivienda donde se encontraba alojado el periodista, Carlos Manuel Álvarez. Horas después, Otero Alcántara fue liberado y conducido a la casa de su abuela, aunque se mantiene bajo vigilancia de agentes de la Seguridad del Estado.
Otros activistas como Esteban Rodríguez, Oscar Casanella y el periodista independiente, Héctor Luis Valdés Cocho, también se quejaron de vigilancia policial en sus domicilios.
La activista y artista plástica, Tania Bruguera, también fue detenida por una patrulla de la policía al intentar salir de su casa, en el Vedado. Posteriormente fue liberada frente al Museo Nacional de Bellas Artes, a pocos pasos de la sede de INSTAR.
El régimen cubano no solo persiste en su oleada represora contra activistas, artistas y periodistas independientes en Cuba, sino que además mantiene la activación y despliegue de sus cuerpos represivos en La Habana, ante el temor de que se produzca un estallido social.
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