Las activistas Omara Ruiz Urquiola y Anamely Ramos, quienes han sido protagonistas de los sucesos de los últimos días junto al Movimiento San Isidro, enviaron un contundente mensaje de unión a todos aquellos que se han identificado con la causa.
"No se desmovilicen, no perdamos la fe y la conexión. Esto empieza ahora", aseguraron.
"Seguimos en la pelea, por Denis Solís González y por Cuba", agregaron las activistas.
Las mujeres agradecieron a quienes estuvieron pendiente de que ningún tipo de acoso por parte del gobierno cubano fuera implementado contra ellas este jueves, en que Ruiz Urquiola tenía una consulta en el hospital, por ser paciente de cáncer.
"Estamos vivas y libres.. Gracias a todos los que se preocuparon y estuvieron pendientes", agradecieron.
Ambas estuvieron incomunicadas este miércoles y el domicilio de Omara (donde se queda Anamely hace varios días) se mantuvo rodeado de militares.
"No tienen servicio en el celular y el fijo también se corta. Tienen más militares cercándolas afuera", informó el activista Oscar Casanella.
Desde que la Seguridad del Estado desarticulara a los manifestantes que se acuartelaron en la sede del Movimiento San Isidro en La Habana, ha montado una vigilancia policial extrema en los domicilios de cada uno, incluso varios de ellos resultaron detenidos en el día de ayer.
Varias organizaciones internacionales a favor de los derechos humanos se han expresado por el cese de la represión en Cuba contra los huelguistas de San Isidro y los artistas e intelectuales que también han tomado partido en estos días ante las autoridades del país.
Tal fue el caso de el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el cual condenó la represión, las amenazas de los gobernantes de emplear la "lucha armada" contra la sociedad civil independiente, así como la campaña de “criminalización” contra los activistas sociales del Movimiento San Isidro desde los medios masivos de comunicación.
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