La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su preocupación por el persistente hostigamiento contra periodistas, artistas y personas defensoras de derechos humanos que defienden su derecho a la libertad de expresión en Cuba.
“Tal como la CIDH ha advertido reiteradamente, se presenta en Cuba una práctica de persecución y hostigamiento en contra de periodistas y medios independientes, defensores y defensoras de derechos humanos y artistas que denuncian la falta de libertades y derechos políticos o participan de asuntos políticos”, manifestó el organismo de la OEA.
Asimismo, la CIDH instó al régimen cubano “a poner fin al hostigamiento contra quienes ejercen legítimamente su libertad de expresión, incluyendo citaciones, detenciones arbitrarias, presiones sobre la familia y el entorno, y acoso judicial”.
Los actos represivos de la Seguridad del Estado contra la joven historiadora del arte Carolina Barrero, a quien se le amenaza con instruir un caso basado en el supuesto delito de “clandestinidad de impresos” y se le ha "sugerido" que regrese a España, constituyen un claro ejemplo de estas prácticas que la CIDH denuncia.
Otras, como el "asesinato de reputación" o la difamación de activistas y artistas como Tania Bruguera o periodistas como Carlos Manuel Álvarez, a quienes los medios de comunicación oficialistas, incluida la televisión cubana, intentan desacreditar, también forman parte de las estrategias de la Seguridad del Estado.
La declaración de la Relatoría Especial de la CIDH también se refiere a los hechos ocurridos frente al ministerio de Cultura y las consecuencias que los mismos han tenido sobre los artistas, periodistas y otros actores de la sociedad civil cubana que protestaron pacíficamente el 27 de enero frente a la sede de la institución.
Con la referencia al manotazo del ministro Alpidio Alonso, el organismo de la OEA se suma a la creciente lista de organizaciones internacionales y no gubernamentales que han reflejado el grotesco comportamiento autoritario de las autoridades cubanas y su preocupación por la escalada de represión que, lejos de inhibirse, se ha potenciado con el paso de los días.
“Esta situación habría desencadenado varias detenciones violentas y la disolución de la manifestación. Según pudo conocer esta Oficina, 27 personas habrían sido detenidas desde la mañana y liberadas progresivamente a partir de la tarde y hasta las últimas horas del día. Al dirigirse a la estación policial, las fuerzas de seguridad habrían despojado a varios manifestantes de sus teléfonos celulares, algunos de los cuales fueron reseteados”, expresa la declaración.
Además, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, encontró altamente preocupante los “reportes de cortes del servicio de datos móviles de internet” que se produjeron en el momento de los hechos; así como las ilegales detenciones domiciliarias y secuestros de activistas que se practicaron ese día y siguientes.
“La periodista Luz Escobar habría sido obligada a permanecer en su domicilio por parte de un agente de la Seguridad del Estado que se mantuvo cerca de su puerta, mientras que la periodista Iliana Hernández, los activistas Anyell Valdés Cruz y Adrián Rubio y los artistas y coordinadores del Movimiento San Isidro, Iris Ruiz y Amaury Pacheco del Monte, reportaron operativos de vigilancia en los alrededores de sus domicilios”, indicó la CIDH.
Según un informe de la propia Comisión, las autoridades cubanas muestran "una acentuada intolerancia en relación a las manifestaciones artísticas que pudieran poner en cuestión ya sea las bondades del sistema político o los aciertos del grupo dirigente". En ese contexto, “la Comisión y su Relatoría Especial han continuado recibiendo información que indica que la discrepancia ideológica ha sido motivo para impedir expresiones artísticas de diversa naturaleza que tienen como fin la protesta”.
Basándose en el Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como en la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la CIDH, la Relatoría recuerda que “la protesta social constituye una herramienta fundamental para la defensa de los derechos humanos, esencial para la expresión crítica política y social de las actividades de las autoridades, así como para la fijación de posiciones y planes de acción respecto de los derechos humanos”.
Basándose en el Informe Especial sobre la Situación de la Libertad de Expresión en Cuba, “la Relatoría llama al Estado reconocer y proteger el derecho a la reunión pacífica y libertad de expresión, sin discriminación por razones de opinión política. Asimismo, insiste en las recomendaciones realizadas en el mencionado informe en lo que refiere a poner fin en el más breve plazo a la práctica de acoso y hostigamiento de activistas, artistas y periodistas independientes que ejercen su derecho a la libertad de expresión”.
"Los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la sociedad. Las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida a funcionarios públicos generalmente conocidas como ‘leyes de desacato’ atentan contra la libertad de expresión y el derecho a la información", recuerda la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.
La Relatoría es una oficina creada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a fin de estimular la defensa hemisférica del derecho a la libertad de pensamiento y expresión, considerando su papel fundamental en la consolidación y el desarrollo del sistema democrático. Conviene recordar que Cuba no es signataria de los mecanismos previstos en el sistema interamericano de protección de los derechos humanos.
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