El noticiero de la televisión cubana, a través de su presentador Humberto López, filtró la existencia de una carta supuestamente escrita por representantes de la sociedad civil cubana y dirigida a las autoridades de Estados Unidos y Cuba, a la que nuevamente asoció con supuestas acciones desestabilizadoras y contrarrevolucionarias impulsadas por agentes externos.
La existencia de dicha carta, cuyo contenido no es expuesto ni analizado, ha sido el motivo de una nueva andanada de acusaciones sin pruebas y manipulaciones con el fin de desacreditar a sus autores y a los argumentos que en ella se desgranan. Presentada como una maniobra secreta que ha sido “desmontada” y desarticulada gracias a la filtración de la prensa oficialista, la carta es vinculada al “show mediático” del Movimiento San Isidro (MSI) y el 27N.
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Con la filtración interesada de la existencia de una carta que supuestamente se haría pública el próximo lunes, el presentador López ocultó su contenido tras una explicación parcializada de las presuntas intenciones de sus autores, trufada con el argumentario de la seguridad del estado y las élites gobernantes del país. Las mismas que niegan toda posibilidad de diálogo con la sociedad civil que no sea afín a sus postulados, mal llamados “revolucionarios”.
La filtración de esta carta coincide con la demanda de parte de la sociedad civil cubana del levantamiento de las sanciones y el embargo de Estados Unidos a la isla, hecha pública a través de una carta aparecida en La Joven Cuba. Una carta a la que aludió el presentador López como ejemplo de una sociedad civil responsable que expone sus ideas con respeto.
Por contraposición a la carta de La Joven Cuba, en la que no se mencionan las violaciones de los derechos y libertades que comete el régimen cubano sobre su población y ni siquiera aparece reflejada la preocupación por la libertad de expresión, de la cual se hacen eco cada vez más voces, la supuesta carta filtrada por el NTV refleja, según López, el pensamiento de los que apoyan una invasión a Cuba.
Dirigida al gobierno y al Congreso estadounidense, así como al gobierno cubano, la carta filtrada comienza en los siguientes términos: “Ante la posibilidad de un nuevo acercamiento entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, nos dirigimos a ustedes para transmitir nuestras impresiones sobre este tema”. El texto de la misiva en ningún momento es divulgado íntegramente por López en su espacio, quien atribuye a un grupo de Facebook llamado Telescopio cubano su filtración.
"Buscando la verdad y mostrándole al mundo quienes están detrás de la mentira", reza la página responsable de la filtración. Un perfil de redes sociales que junto a FakeNewsVsCuba se nutre de información obtenida de manera dudosa, mediante grabaciones de comunicaciones privadas que luego son expuestas en los medios de manera incompleta y editada a la conveniencia de las tesis de la Seguridad del Estado.
“Quienes suscribimos esta carta somos miembros de los diferentes sectores de la sociedad cubana, personas con distintas ideologías y posiciones políticas, pero movidos por el mismo anhelo de una Cuba democrática, próspera y respetuosa de todos los derechos para todas las personas”, reza el encabezamiento de la carta, que López y los medios oficialistas se empeñan en presentar como una maniobra secreta.
Dejando a un lado la manipulación de conversaciones privadas que tratan sobre estrategias de comunicación de esa sociedad civil crítica con el régimen, y que López y compañía asocian a acciones de elementos contrarrevolucionarios, el NTV y el régimen cubano reaccionan con virulencia al contenido mismo de la carta, ese que no transmiten sin mediación a la población:
“El gobierno de Cuba debe normalizar las relaciones con sus ciudadanos, como premisa para normalizarlas con el mundo”, comienza diciendo la supuesta carta filtrada por el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana. Una carta molesta para las autoridades de la isla porque, entre otras ideas, sostiene que "la soberanía de Cuba como nación independiente no puede ser monopolizada por un gobierno". O que "el régimen vigente en Cuba niega derechos fundamentales -políticos, civiles, económicos y culturales- a su sociedad".
Con una crisis de proporciones inéditas en la historia del totalitarismo insular, el régimen cubano hace gestos desesperados a la administración Biden para el levantamiento de sanciones y del embargo, pero sin atreverse a iniciar una amplia reforma política y económica que resitúe a Cuba en el plano de la realidad: el de una prosperidad que solo es posible si los cubanos consiguen ser los operadores del cambio mediante el ejercicio de derechos y libertades civiles y políticas que el régimen no está dispuesto a conceder, de manera tal que no se vea en peligro su permanencia en el poder.
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