Activistas de derechos humanos en Cuba son detenidas por visitar sede del Movimiento San Isidro

Las activistas se encuentran en paradero desconocido, según denunció la Red en Defensa de los Derechos Humanos en Cuba.

Activistas cubanas de derechos humanos © Red en Defensa de los Derechos Humanos / Facebook
Activistas cubanas de derechos humanos Foto © Red en Defensa de los Derechos Humanos / Facebook

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Dos activistas de derechos humanos en Cuba fueron detenidas cuando intentaban visitar la sede del Movimiento San Isidro (MSI), donde el artivista Luis Manuel Otero Alcántara se encuentra en huelga de hambre y de sed.

Una publicación en Facebook de la Red en Defensa de los Derechos Humanos denunció que las activistas Mary Karla y Zelandia Pérez fueron detenidas arbitrariamente “por ir a solidarizarse” con el artista, y actualmente se encuentran en paradero desconocido.


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La publicación añade que Mary Karla es periodista ciudadana, mientras que Zelandia Pérez pertenece a la Red Femenina de Cuba.

La organización feminista también denunció el arresto de Pérez y responsabilizó a la “maquinaria represiva de la dictadura” sobre cualquier cosa que pudiera sucederle.

Tras declararse en huelga de hambre este domingo, la casa de Luis Manuel Otero y sede del MSI se encuentra bajo estricta vigilancia policial, para lo cual se ha desplegado un operativo policial que se extiende por todo el barrio de San Isidro, en La Habana Vieja.

Varias personas han sido detenidas al intentar llegar a la casa, entre ellas los activistas y reporteros independientes Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés, quienes fueron apresados este lunes.

Además, a Otero Alcántara se le ha negado cualquier asistencia, incluyendo la religiosa, pues varios sacerdotes han intentado llegar a la casa y se les ha negado el acceso.

Un comunicado público anunció que la salud del artista se debilita a cada minuto, y que las secuelas de la anterior huelga de hambre y de sed emprendida en noviembre del año pasado durante el acuartelamiento en San Isidro pesan sobre su cuerpo.

La comunidad intelectual se ha movilizado para intentar salvar la vida de Otero Alcántara, quien ha dicho que no quiere vivir más en una dictadura y a quien la Seguridad del Estado lo ha sometido a una constante represión tanto física como psicológica que incluye detenciones, amenazas, golpes, cárcel, arresto domiciliario, y hasta la vandalización de sus obras de arte.

Las demandas del artivista para deponer la huelga son las siguientes: “El cese del cerco policial, el cese de la represión contra la libertad de creación y la devolución e indemnización por sus obras destruidas”.

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