Vídeos relacionados:
La artista cubanoamericana Coco Fusco pidió a los cubanos un esfuerzo por intentar ser mejores que las autoridades que les han dañado durante décadas.
Su comentario está relacionado a las críticas que ha recibido Luis Manuel Otero Alcántara, tras las recientes imágenes divulgadas por el régimen como fe de vida del artista.
Lo más leído hoy:
“Es comprensible la frustración de quienes han pasado gran parte de sus vidas sin poder expresar sus opiniones libremente. Las redes sociales son el único espacio que tienen muchos cubanos para desahogar su ira contra el Estado, contra la Seguridad del Estado”, comentó la también escritora y curadora de arte.
“Los cubanos de todo el mundo tratan lo que vemos desde lejos como si las vidas que presenciamos fueran una especie de evento deportivo o “reality show” que nosotros, como espectadores, debemos juzgar”, señaló.
Para la artista, “juzgar a la gente en las redes sociales no es activismo”. A Fusco le parece pueril la actitud de esos cubanos que juzgan e insultan a figuras públicas creyendo que con ello desafían su autoridad o participan de la conversación pública y cívica que requiere un proceso de transformación política como el que propone y espera la sociedad civil independiente cubana.
“Ninguno de nosotros está en condiciones de juzgar las palabras o los actos de Luis Manuel Otero Alcántara. Lo que hizo o dejó de hacer o decir ante las cámaras desde una cama de hospital en la que está bajo constante vigilancia policial no es una prueba de su ejercicio del libre albedrío”, aseguró la artista.
Definiendo como “prolongada tortura psicológica por parte de la Seguridad del Estado” el proceso por el cual Otero Alcántara ha pasado desde noviembre pasado -cuando se acuartelaron en la sede del Movimiento San Isidro más de una docena de activistas, declarándose en huelga de hambre muchos de ellos-, Fusco resaltó la represión que ha sufrido el artista de manera sistemática.
“Las autoridades le han obligado a pasar periodos de aislamiento y le han cortado la posibilidad de comunicarse con otras personas. En los últimos días antes de su traslado forzoso, apenas pudo conectarse con nadie”, relató la artista mientras se refirió a una experiencia que tuvo durante la preparación de un proyecto artístico, gracias al cual estudió “con interrogadores militares estadounidenses”.
“Esas son tácticas de tortura practicadas por la policía y el ejército en muchos países, no sólo en Cuba… [Los militares] me mostraron cómo se podía utilizar una combinación de aislamiento, amenazas, insultos, privación del sueño y coacción física para desorientar e intimidar a un prisionero y hacerle hablar”, dijo para ilustrar cuál puede ser la situación por la que está pasando Otero Alcántara.
Entre las técnicas de interrogatorio que existen, Fusco aludió a la conocida como “poli malo / poli bueno”, que consiste en someter al investigado a interrogatorios que realizan una pareja de funcionarios. Uno de ellos juega el rol de buena persona y de trato amistoso, hacia el cual gravita el interrogado una vez desarrolla dependencia de su aparente empatía.
“Se puede pensar en el médico del último vídeo como el ‘bueno’ en un escenario de tortura”, indicó la artista refiriéndose al médico que acompañó al artista en el video grabado como fe de vida. Tanto las declaraciones de Otero Alcántara en el video, como el ambiente de aparente buena relación entre médico y paciente, desataron comentarios de esos internautas a los que Fusco se dirigió.
“Tratemos todos de ser mejores que las autoridades que han hecho daño a tantos cubanos”, propuso la artista cubanoamericana.
En febrero de 2020, Fusco dirigió una carta abierta a los artistas cubanos en la que reflexionó sobre las detenciones arbitrarias y el acoso que soportan los creadores cubanos que desafían al poder con su trabajo. "Como ya saben, Luis Manuel ha sido detenido arbitrariamente más de 20 veces en dos años, y esas desapariciones forzadas han durado hasta cuatro días”, manifestó en su misiva.
“Las acusaciones de desacato y ultraje a los símbolos patrios relacionadas a los performances que él ha desarrollado en las calles de la Habana y las redes, son diseñadas no solamente para para aplastar su carrera artística, sino también para infundir miedo en la comunidad artística. Es una estrategia par domar a los creadores que ha funcionado muy bien en Cuba a lo largo de sesenta años", sostuvo Fusco hace más de un año. Este miércoles quiso que su mensaje instruyera no solo a los artistas, sino a toda esa plaza pública virtual donde, con nocivas inercias y reflejos dictatoriales, los cubanos desandan el perdido camino del civismo y la libertad.
Archivado en: